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Los padres de los estudiantes dan dos días de plazo al gobierno de Enrique Peña para que entregue resultados de la investigación.

Decenas de miles de personas, principalmente estudiantes, se movilizaron en 31 entidades para exigir justicia en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.

La marcha de ayer en el DF culminó con un emplazamiento de los padres de los desaparecidos para que el Gobierno entregue resultados en dos días o se atenga a las consecuencias.

En el Zócalo capitalino, Rafael, padre de uno de los normalistas, dijo que si se tratara de los hijos de un diputado, las autoridades ya los hubieran encontrado, pero como se trata de gente pobre, señaló, simplemente no hacen nada.

Epifanio Álvarez, padre de Jorge Álvarez, otro de los desaparecidos, advirtió que, si no se ven resultados pronto, la sociedad civil va explotar.

El padre de Carlos Hernández Muñoz aseguró que van a luchar hasta las últimas consecuencias y que si el Gobierno quiere guerra, la tendrá.

De acuerdo con una nota del periódico Reforma, los familiares hablaron en un templete colocado frente a Palacio Nacional después de encabezar una marcha que partió del Ángel de la Independencia y que duró cuatro horas: inició a las 18:30 horas y el último contingente arribó a las 22:30.

A la marcha se sumaron estudiantes de la propia Normal de Ayotzinapa, de la UNAM, UAM, IPN, UACM, UPN, Ibero, Tec de Monterrey, Colmex, CIDE, e ITAM, entre otros.

La cifra oficial del Gobierno del DF fue de 50 mil asistentes.

Además se realizaron movilizaciones en todas las entidades, a excepción de Baja California Sur.

Como parte del Día de Acción Global por Ayotzinapa, se registraron paros de labores en las universidades autónomas de Durango, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Veracruz, Zacatecas y Sonora.

Así como en las normales rurales del País y en la Universidad de Chapingo.

La protesta escaló a ciudades de otros países como Buenos Aires, Madrid, Barcelona, Santiago de Chile, Caracas y Londres.

En Guerrero, dirigentes estatales del PRD responsabilizaron al gobernador Ángel Aguirre Rivero, al considerar que tuvo responsabilidad en el caso de la muerte de 6 personas y la desaparición de los normalistas.

Anoche, el mandatario se reunió con el dirigente del PRD, Carlos Navarrete, para analizar su permanencia en el cargo.

Miles y miles caminaron durante horas con una misma demanda: la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

El último contingente en arribar al Zócalo fue el de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Iztapalapa.

Ahí iba el estudiante Balam López, quien tardó más de cuatro horas en llegar a la Plaza de la Constitución y lo hizo 40 minutos después de que había terminado el mitin donde familiares de los normalistas emplazaron a las autoridades a presentar a los estudiantes en los próximos dos días.

Junto con sus compañeros, Balam reconstruyó su ruta y reconoció ser uno de los últimos manifestantes.

"Se siente raro porque eres el último de la manifestación de miles y miles, después de cuatro horas llegas. De repente eres el último", comentó.

Otros cientos que salían del Zócalo aplaudían a este último contingente que salía de la calle 5 de Mayo.

Los últimos llegaban, pero en la plancha del Zócalo aún había actividad, sobre todo en una de las esquinas donde decenas de jóvenes se congregaron para colocar veladoras sobre una pinta monumental con la leyenda: "FUE EL ESTADO".

La rabia por lo sucedido a 43 jóvenes en Iguala, Guerrero, levantados por la Policía Municipal el pasado 26 de septiembre, se sintió en las consignas y pancartas que la sociedad civil llevó a la manifestación.

Por todos lados, las imágenes de los alumnos desaparecidos devolvieron el rostro a Jhosivani Guerrero, a Marco Antonio Gómez, a Abel García y a los demás normalistas cuya edad oscilaba entre los 17 y 20 años cuando fueron desaparecidos.

"La estadística deshumaniza, todos tienen nombre y rostro", leía el cartel de un estudiante.

Entre gritos de "vivos se los llevaron, vivos los queremos", y "gobierno farsante que matas estudiantes", los contingentes se fueron organizando desde la glorieta del Ángel de la Independencia en Avenida Reforma.

En la vanguardia se mostró una gran manta blanca con las imágenes de cada uno de los desaparecidos, detrás de la cual marcharon familiares de los estudiantes portando fotografías individuales de las víctimas.

Atrás de ellos iban estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, seguidos de activistas e integrantes de la comisión civil de interlocución con autoridades, entre ellos el padre Miguel Concha Malo, del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, y Miguel Álvarez, de Serapaz.

En la columna se movilizaron integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, del Frente Unido de Normales Públicas de Guerrero, así como alumnos de distintas escuelas públicas y privadas, además de organizaciones civiles.

"Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis..." recitaban los manifestantes hasta llegar al 43 y finalizar su pase de lista con el grito de "justicia".

Al oscurecer, los manifestantes encendieron sus antorchas y veladoras para demandar la presentación con vida de los estudiantes y castigo a los responsables.

Algunos pintaron esténciles con los rostros de los desaparecidos en el concreto o para recordar que "no somos todos, nos faltan 43".

Durante el mitin político, se sumaron a la exigencia de localizar a los estudiantes desaparecidos y esclarecer el caso Iguala, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Frente Popular Francisco Villa.

Daniel Hernández Castrejón, uno de los normalistas sobrevivientes al ataque del 26 de septiembre, confió en que esta marcha ayudará para que el Presidente se entere del nivel de indignación.

Este joven no caía en cuenta de la dimensión de la protesta. "Pues sí se siente el apoyo, pero ¿tú crees que sea más grande que la pasada?", comentó.

Para entonces las autoridades capitalinas informaban que unas 50 mil personas habían participado sin mayores incidentes que una sucursal bancaria vandalizada en el cruce de Palma y 5 de Mayo, y las veladoras de la leyenda "FUE EL ESTADO" continuaban encendidas.

Guerrero el estado más violento del país

Guerrero y varios de sus municipios viven en un entorno de permanente inseguridad y violencia: en 2013 y 2014 han ocupado los primeros lugares nacionales en los índices delictivos. Por lo mismo, solo dos de cada diez guerrerenses percibe que su estado es un sitio pacífico y únicamente tres de cada diez piensa en sus municipios como lugares seguros.   

Según otra nota del diario Milenio, el índice de violencia por entidad federativa mide los indicadores de seis delitos por cada cien mil habitantes. Se sustenta en las cifras recabadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, que a su vez aglutina los datos acumulados por las procuradurías de justicia estatales. Se trata de los delitos de homicidio doloso, secuestro, violación, lesión, robo con violencia y extorsión.

En 2013, Guerrero ocupó el primer lugar nacional como la entidad más violenta del país, con una tasa de 47.76, por encima de Morelos (43.99), Chihuahua (40.87), Sinaloa (34.71) y el Estado de México (32.77).

En cuanto a los municipios, varios ayuntamientos guerrerenses también se ubicaron en los primeros sitios a escala nacional: Acapulco obtuvo el segundo lugar en el índice de violencia municipal (con una tasa de 80.35), Iguala se colocó en el séptimo sitio (con una tasa de 52.25) y Chilpancingo estuvo en el onceavo lugar (con una tasa de 48.82). Zihuatanejo (37.66) apareció en el lugar 39 de un total de 216 municipios medidos.

En el delito de homicidio doloso Acapulco ocupó el primer sitio a escala nacional con 940 casos y una tasa de 112.81. Iguala se ubicó en el cuarto lugar con 107 casos y una tasa de 72.54, detrás de El Fuerte, Sinaloa, y San Pedro, Coahuila. Apatzingán, Michoacán, se ubicó en el quinto lugar, seguido de Hidalgo del Parral, Chihuahua. Chilpancingo se colocó en el séptimo sitio, con 164 casos, pero una tasa de 63.51. Zihuatanejo obtuvo el doceavo con 65 casos y una tasa de 51.44. Chilapa se encontró en el trigésimo primer lugar con 46 casos y una tasa de 35.34. Taxco se localizó en el 55 con 26 casos y una tasa de 24.26.

En el delito de secuestro Chilpancingo se ubicó en el tercer sitio con 41 casos y una tasa de 15.88. La lista la encabezan Ciudad Victoria y Tampico, ambos municipios pertenecientes a Tamaulipas. Taxco estuvo en el décimo lugar con 10 casos y una tasa de 9.33. Acapulco en el onceavo sitio, con 66 casos, pero una tasa de 7.92. Iguala se ubicó en el vigésimo tercer lugar, con seis casos denunciados y una tasa de 4.07.

En cuanto al delito de extorsión, el primer municipio guerrerense que apareció enlistado fue Taxco, en el sitio 51, con 12 casos denunciados y una tasa de 11.20. Le siguió Acapulco en el lugar 64 con 79 casos y una tasa de 9.48, seguido de Chilpancingo en el sitio 66, con 24 casos denunciados y una tasa de 9.29.

Por lo que toca al delito de violación el primer municipio enlistado fue Acapulco, en el sitio 39 (115 casos y una tasa de 18.60), seguido de Iguala en el lugar 64 (23 casos y una tasa de 15.59).

En el delito de robo con violencia el primero en aparecer fue Acapulco en el sitio 55 con dos mil 218 casos, para una tasa de 266.17. En el delito de lesiones dolosas el primero en la lista es Taxco con 189 casos y una tasa de 176.35.

A escala estatal, en el delito de homicidio doloso Guerrero se ubicó en primer lugar, con dos mil 383 casos y una tasa por cien mil habitantes de 69.56. Le siguieron Chihuahua, Sinaloa, Durango y Coahuila.

En el delito de secuestro Guerrero se colocó en el tercer lugar (207 casos y una tasa de 6.04 por cada cien mil habitantes), superado por Morelos, Tamaulipas, y por encima de Michoacán y Tabasco.

En el caso del delito de violación Guerrero ocupó el lugar 17, con 373 casos y una tasa de 10.89. En los primeros sitios estuvieron Quintana Roo, Morelos, Chihuahua y Baja California Sur.

En cuanto al delito de lesiones dolosas, Guerrero se encontró en el vigésimo primer lugar, con tres mil 98 casos y una tasa de 90.43. Los primeros lugares los ocuparon el Estado de México, Tabasco, Yucatán y Baja California.

En lo referente al delito de robo con violencia, Guerrero se colocó en el decimoctavo puesto, con tres mil 412 casos y una tasa de 99.60. Los primeros lugares fueron ocupados por Morelos, Tabasco, el Estado de México, y el Distrito Federal.

En el caso del delito de extorsión, Guerrero estuvo en el decimocuarto lugar, con 174 casos y una tasa de 5.08. En los primeros sitios se ubicaron Morelos, Baja California Sur, Quintana Roo, y el Distrito Federal.                   

Este año tampoco pinta bien para Guerrero: tiene el primer lugar nacional en la tasa del delito de homicidio doloso por cada cien mil habitantes, de acuerdo con las cifras recabadas hasta septiembre por el SNSP: 32.42 es su tasa. Le siguen Sinaloa y Chihuahua.

Guerrero ocupa el cuarto lugar en el delito de secuestro, con una tasa de 2.51 por cada cien mil habitantes, solamente superado por Tamaulipas, Morelos y Tabasco.

En el delito de extorsión ocupa el doceavo lugar, con una tasa de 3.36. El primer lugar lo tiene Morelos, el segundo Quintana Roo y el tercero Tamaulipas.

En el delito de robo con violencia ocupa el sexto sitio, con una tasa de 36.03. Los primeros lugares los tienen el Estado de México, Sinaloa y Tamaulipas.

En números absolutos tampoco le va bien: tiene el segundo lugar en homicidios dolosos con mil 150 casos, solo superado por el Estado de México, que tiene mil 704. En secuestro ocupa el sexto sitio con 101 casos. El primer lugar lo tiene Tamaulipas con 479 casos, el segundo lo ocupa el Estado de México con 144, y el tercero Veracruz con 132.             

Dice Peña que está preocupado por garantizar los derechos humanos

El presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que desde el primer día de su administración, el gobierno de la República trabaja en la consolidación de un México de leyes y en paz, en un Estado cuyo fin —dijo— es promover, respetar y garantizar los derechos humanos reconocidos por la Constitución.

Según otra nota del periódico El Universal, el mandatario afirmó que “esa ha sido la diaria misión de nuestras Fuerzas Armadas, instituciones leales y al servicio de la nación, lo mismo que las dependencias federales encargadas de la seguridad y la procuración de justicia”.

Al encabezar la ceremonia por el Bicentenario de la Constitución de Apatzingán, Michoacán, asentó que todos los servidores públicos tienen la obligación de servir exclusivamente a los ciudadanos y a sus comunidades, al tiempo de cumplir y hacer cumplir el orden jurídico a lo largo del territorio nacional.

“En el México de nuestros días, en esta nación de instituciones, los servidores públicos debemos obedecer la Constitución y las leyes, solamente debemos servir a los ciudadanos y a sus comunidades; quien quebranta estos preceptos fundamentales defrauda la confianza de la ciudadanía”, dijo.

En la plaza principal de este municipio, alguna vez bastión del grupo delictivo denominado Los Caballeros Templarios, señaló que la Constitución y las leyes que de ella emanan reconocen los derechos humanos como la base del desarrollo en sociedad y, en ese sentido, establecen las obligaciones de las autoridades de cumplir y hacer cumplir la ley.

Durante la ceremonia, Peña Nieto enfatizó que la administración federal está convencida de que la vigencia del Estado de derecho es indispensable para que los mexicanos gocen plenamente de sus libertades y para que el país sea más competitivo y capaz de ofrecer mayores oportunidades de realización personal a toda la población.

Minutos antes, al inaugurar en la Base Militar 43-A de Apatzingán una sucursal de Banjercito, el Presidente de la República hizo un amplio reconocimiento a las Fuerzas Armadas por su lealtad y entrega al servicio de nuestro país.

Ahí, ante los secretarios de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, y de Marina-Armada de México, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, saludó con respeto a “los miembros distinguidos” de las Fuerzas Armadas “por su trabajo, su lealtad y su entrega a las mejores causas de nuestro país”.

El mandatario sostuvo que las Fuerzas Armadas son leales y entregadas a las mejores causas de la nación.

“Son sostén importante las instituciones democráticas de nuestro país y han venido trabajando precisamente para apoyar las labores del Estado mexicano en favor de los mexicanos en distintos ámbitos”, asentó.

El mandatario agregó: “Por eso hoy, como presidente de la República y jefe supremo de las Fuerzas Armadas, me da este espacio ocasión para dejar aquí testimonio de gratitud, de reconocimiento y de orgullo que tenemos los mexicanos de contar con Fuerzas Armadas leales y entregadas al servicio de México”.

Peña Nieto realizó la gira por Michoacán acompañado, entre otros, por los presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Juan Silva Meza, y de las cámaras de Diputados, Silvano Aureoles, y de Senadores, Miguel Barbosa, ambos del PRD, además de los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de Hacienda, Luis Videgaray, y el comisionado para Michoacán, Alfredo Castillo.

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