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Debido a dudas sobre la transparencia en la asignación del contrato, el presidente Enrique Peña Nieto revocó el fallo que asignó a un consorcio de empresas chinas, francesas y mexicanas la construcción del tren de alta velocidad México-Querétaro.
"El señor Presidente cree (sic) que este proyecto tan importante para México no sea cuestionado y tenga claridad absoluta. Por eso, esperamos en la nueva licitación que saldrá en unos días o semanas más, tenga más participación de los fabricantes de trenes", dijo el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza al noticiero nocturno de Televisa, al confirmar la decisión presidencial.
Apenas el pasado lunes la obra, valuada en 58 mil millones de pesos, fue asignada a un consorcio encabezado por la empresa China Railway, junto con cuatro empresas mexicanas y una francesa, los cuales fueron los únicos postulantes, pues otras 16 empresas participantes desistieron previamente alegando falta de tiempo para preparar el proyecto.
DE acuerdo con una nota del periódico Reforma, los líderes de empresas mexicanas del consorcio ganador, Hipólito Gerard de GIA+A; Juan Armando Hinojosa, de Constructora Teya, y Olegario Vázquez, de Prodemex, son considerados cercanos al Gobierno federal; ello, adicionado al apresuramiento reclamado por otras empresas postulantes y la opacidad en los procedimientos, provocó amplio cuestionamiento sobre la licitación.
Un par de horas antes del anuncio de revocación, Ruiz Esparza había defendido la licitación ante senadores en una ríspida comparecencia a la que fue citado para aclarar dudas sobre el proyecto del tren.
Ante los legisladores el funcionario negó que hubiera corrupción en la adjudicación de contratos para megaproyectos en la actual administración.
Ruiz Esparza fue cuestionado por el senador Javier Corral Jurado, quien citó una información publicada por Grupo Reforma el miércoles en el sentido de que los 10 convenios de transporte más grandes adjudicados por el Gobierno federal han sido ganados por empresas cercanas al PRI y al Gobierno.
"Me preocupan comentarios, como ése de Reforma, que yo creo que le hacen más daño al país que muchas otras cosas mucho más malas", respondió el titular de la SCT.
También explicó que si no apresuraban la licitación, "era altamente probable que el consorcio chino retirara su oferta" pues un crédito de Exim Bank que financiaría el 85 por ciento de la obra tenía vencimiento el 20 de marzo.
"No es un tema de amistades, es un tema de empresas", replicó.
Por su parte, Javier Corral, uno de los que más cuestionaron al titular de la SCT, le dijo que es bueno ese reconocimiento, pero falta saber si en una reunión con los empresarios ganadores no se les dio información privilegiada a los chinos, lo que les permitió ganar la licitación.
“De ser así, se amañó un proyecto multimillonario con el fin de privilegiar a uno de los competidores y los demás contendientes, conscientes de ello, se retiraron.”
La reunión de trabajo con Ruiz Esparza se llevó a cabo por presiones de la bancada del PAN. Corral criticó el Plan Nacional de Infraestructura del gobierno federal, que más bien, dijo, “es el plan de negocios” de los amigos y cercanos de Peña Nieto y el PRI.
Según otra nota del periódico La Jornada, Corral Jurado recalcó que las empresas mexicanas que concursaron junto con el consorcio chino, Prodemex, Teya y GHP Infraestructura Mexicana son propiedad de personajes ligados al ex presidente Carlos Salinas de Gortari y preguntó si esos acuerdos son casuales o son nexos generados por el patrocinio de estos empresarios a su partido.
“Hay una bomba de tiempo, porque hay una exigencia social que reprocha la impunidad, la colusión entre delincuentes y la autoridad, como para adicionarle procesos de licitación enderezados a favorecer a amigos, a personeros o a empresas cercanas al partido en el gobierno o al Presidente de la República”, insistió el senador panista.
La senadora del PAN por Querétaro, Marcela Torres Peimbert pidió que se cancelara la concesión, y Javier Lozano, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, reveló que la empresa ganadora de la licitación no fue aceptada para participar en un proyecto en Brasil porque ocurrió un accidente que provocó la muerte de 40 personas.
Ruiz Esparza insistió en que todo fue legal en la adjudicación del proyecto del tren rápido México-Querétaro. Sostuvo que fue una decisión soberana del gobierno de China la de asociarse con las empresas mexicanas.
Apenas salió del Senado y Ruiz Esparza recibió una contraorden: aceptar la revocación.
"Estoy feliz con la noticia. Por el bien de los mexicanos; reconozco la decisión del Presidente", dijo a la medianoche la senadora Marcela Torres.