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Los más de 100 obispos del país concluyeron que se ha desatado una verdadera crisis nacional ante el empeoramiento de la situación de violencia en el país, en donde muchas personas viven sometidas por el miedo, la desconfianza al encontrarse indefensas ante la amenaza de grupos criminales y, en algunos casos, la lamentable corrupción de las autoridades.
“Los obispos de México decimos: ‘¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desaparecidos. No queremos más dolor ni más vergüenza’”, sostuvieron mediante un pronunciamiento leído por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Francisco Robles Ortega; el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, y el obispo auxiliar de Puebla, Eugenio Lira Rugarcía, quien es secretario general de esa agrupación.
De acuerdo con una nota de periódico El Universal, Robles Ortega y Garfias Merlos aseguraron que la Iglesia está abierta a contribuir en procesos que lleven a la paz al país, luego de reiterar que los obispos comparten la pena y el sufrimiento de las familias de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos el pasado 26 de septiembre, así como por las víctimas en Tlatlaya.
En el marco de la 98 Asamblea Plenaria de la CEM, los prelados señalaron que se ha puesto al descubierto una situación dolorosa que les preocupa y que tiene que ser atendida por todos los mexicanos, cada uno desde su propio lugar y en su comunidad.
“En nuestra visión de fe, estos hechos hacen evidente que nos hemos alejado de Dios; lo vemos en el olvido de la verdad, el desprecio de la dignidad humana, la miseria y la inequidad crecientes, la pérdida del sentido de la vida, de la credibilidad y confianza necesarias para establecer relaciones sociales estables y duraderas”.
“En medio de esta crisis vemos con esperanza el despertar de la sociedad civil que, como nunca antes en los últimos años, se ha manifestado contra la corrupción, la impunidad y la complicidad de algunas autoridades. Creemos que es necesario pasar de las protestas a las propuestas.
“Que nadie esté como buitre esperando los despojos del país para quedar satisfecho. La vía pacífica, que privilegia el diálogo y los acuerdos transparentes, sin intereses ocultos, es la que asegura la participación de todos para edificar un país para todos”, sostuvieron los religiosos, quienes se reunieron anoche con el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a quien le pidieron les expusiera la situación que prevalece sobre los normalistas desaparecidos.
Pide EU calma en México
El gobierno de Estados Unidos hizo un llamado a la calma en México, mientras las autoridades investigan el caso de los 43 estudiantes desaparecidos y presuntamente asesinados en la ciudad de Iguala, Guerrero.
‘‘Urgimos a todas las partes a mantener la calma durante el proceso’’, dijo en conferencia de prensa la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, luego de los informes de ‘‘crecientes tensiones’’ registradas en días recientes en México, tras la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa.
‘‘Este crimen atroz y bárbaro debe ser investigado de forma completa y transparente, y los culpables llevados ante la justicia sin demora y castigados consecuentemente con respeto a las garantías procesales y al estado de derecho’’, añadió Psaki, quien envió sus condolencias a familiares y amigos de las víctimas según otra nota del periódico La Jornada.
Al preguntarle a la vocera si Washington apoya la posible asistencia técnica de la Organización de Naciones Unidas a México para esclarecer el caso de los 43 estudiantes desparecidos, señaló: ‘‘Es una cuestión que deben discutir México y la ONU’’.
A su vez, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció este miércoles que ha llegado a un acuerdo sobre los términos de asistencia técnica a México por el caso de los 43 normalistas desaparecidos y presuntamente asesinados en la ciudad de Iguala. El organismo, sin embargo, no precisó en qué consistirá la asistencia técnica.
En octubre pasado, durante una audiencia pública realizada en Washington sobre la situación de los derechos humanos en México, el gobierno federal y los representantes de los estudiantes desaparecidos y sus familias pidieron a la CIDH asistencia técnica para la búsqueda, la investigación y el apoyo a las familias.
Los 43 estudiantes normalistas desaparecieron el 26 de septiembre después de ser detenidos por policías municipales y presuntamente entregados a integrantes del cártel Guerreros Unidos. Además, en esa fecha hubo seis muertos y 25 heridos.
Restos calcinados hallados en un basurero y en un río cerca del lugar donde desaparecieron los jóvenes han sido enviados a la Universidad de Innsbruck, Austria, para su análisis. Según dos detenidos, en ese tiradero los estudiantes fueron asesinados y calcinados.
Peña afligido por situación de Ayotzinapan
Las ojeras marcan el agobio. El Presidente Enrique Peña se dice preocupado pero, sobre todo, afligido.
"Me preocupan los padres (de los normalistas de Ayotzinapa). Hay que explicarles la situación, seguir informando", explicó en un trayecto rumbo a su habitación en el Hotel Mandarín Oriental de esta populosa ciudad, luego de clausurar el Foro de Negocios México-China.
Según otra nota del diario Reforma, el Mandatario comentó que ha seguido los acontecimientos y también tiene preocupación por la violencia que se ha desatado, principalmente en Guerrero.
"Supe que (Miguel Ángel) Osorio y Chucho (Jesús Murillo Karam) los iban a ver. Eso es lo más importante, los padres. Bueno, y que disminuya la violencia". "No se puede reclamar con más violencia", dijo mientras camina con un séquito detrás.
En la víspera de la visita de Estado donde se encontrará el jueves con el Presidente chino Xi Jinping, son evidentes los estragos de las pocas horas de sueño y del jet lag.
"Ando con un ojo al gato y otro al garabato", agregó. En realidad en su rostro están dibujadas unas pronunciadas ojeras, una mancha oscura que, con la extrema delgadez que aparenta, no hacen ver en su mejor momento al Presidente.
No ríe, no tiene muecas. Adusto, "afligido", insistió él.
"Pero cómo no si estoy preocupado por los acontecimientos (en México). Tenemos que hablarles a los padres, explicar. Es lo más importante", repitió.
Sin embargo, Peña insiste en que era imposible cancelar su viaje. "Ni siquiera pensar en que este viaje se pospusiera una semana, 10 días. No. A la Cumbre de APEC no faltó nadie", argumentó.
"Había que venir. El Gobierno chino fue muy insistente en que estuviéramos en la cena del lunes. Por eso al final adelanté la salida para estar en la cena", confía y, junto con el Canciller José Antonio Meade, enumera Mandatarios con problemas y que aun así vinieron a China.
No habla de los otros escándalos: la "Casa Blanca" de Las Lomas, por ejemplo. Ni del firme reclamo del Primer Ministro chino, Li Keqiang, por la cancelación del concurso de la obra del tren rápido México-Querétaro ganado por la empresa China Railway Construction Corporation.
Peña confíó en haber salido bien librado del trance tenso durante el encuentro del martes con Li Keqiang, quien exigió certeza y trato justo a las empresas chinas en México.