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El Estado de Tlaxcala ocupa el último lugar del ranking estatal de condiciones para la pues en marcha de la Reforma Penal, pues no cuenta con un sistema oficial para cuantificar avances y resultados en su aplicación.
Según el ranking, el ideal son mil puntos de cumplimiento de objetivos y Tlaxcala apenas tiene 145.5 puntos contra 672 del más avanzado que es Chihuahua, aunque todavía lejos de su funcionamiento integral.
Dicho ranking del sistema está basado en cuatro variables que son: habilitantes, condicionantes, resultados e impacto. Esto permite evaluar la aplicación a partir de todos los actores involucrados y, sobre todo, la calidad de la misma. Es decir, si se han hecho las cosas y cómo se hicieron.
Es más, ningún estado del país consigue el estándar fijado en 2014 de 730 puntos y otros ya superaron la barrera de los 530 de 2013, de la que Tlaxcala dista en demasía junto con Baja California Sur, Campeche, Hidalgo, Distrito Federal, Guerrero , Aguascalientes Nayarit, Jalisco, Colima, Sonora, Sinaloa, entre otros, que son los más retrasados.
Según una evaluación del Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC), la Reforma Penal sigue sin funcionar en la mayor parte de las entidades federativas, pues solo está puesta en marcha en tres estados que son Chihuahua, Morelos y Estado de México.
La problemática del resto es que tienen dificultades para medir lo que han hecho y lo que no para implementar el sistema. La falta de información completa, comparable y actualizada dificulta una toma de decisiones que garantice en mayor medida el uso óptimo de los recursos financieros para apoyar el proceso de puesta en marcha.
Otros problemas son la ausencia de transparencia y coordinación, problemas operativos, los programas de implementación son letra muerta y falta de justicia alternativa.
En 2008 se aprobó la Reforma Penal y se acordó un plazo de ocho años para que los estados realizaran las adecuaciones necesarias para ponerla en marcha, pero ya pasaron más de cinco años y a falta de dos años y medio, la situación es preocupante, sobre todo en Tlaxcala que marcha en el último lugar.