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Es "delicada" la situación del tránsito de migrantes por Tlaxcala, pues además de estar en riesgo de discriminación y detenciones arbitrarias, su integridad física se pone en juego con las vallas de concreto colocadas por la empresa Ferrosur cerca de la estación del tren de Apizaco, manifestó el ombudsman, Francisco Mixcoatl Antonio.
Al presentar este miércoles el diagnóstico del fenómeno migratorio en Tlaxcala, también reconoció que en la visitaduría de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en Apizaco se han presentado 24 quejas por violaciones a garantías individuales de los migrantes, ninguna de ellas resuelta.
A pesar de presentar un documento oficial, reconoció que la CEDH carece de cifras de menores en tránsito o de amonestaciones a elementos o corporaciones policíacas, debido a que los migrantes centroamericanos prefieren pasar desapercibidos y evitan dar datos.
De hecho, el diagnóstico aborda el tema de manera superficial pues el principal señalamiento es la existencia de las vallas en Apizaco, las cuales han provocado siete accidentes fatales y cuyo retiro ha sido una demanda permanente por organizaciones sociales, más que de autoridades.
En este sentido, recordó que el pasado 8 de diciembre pidió la Comisión Nacional de Derechos Humanos el expediente CNDH/2012/8299/Q, respecto al retiro de esos obstáculos y se pronuncie sobre las violaciones cometidas.
Eso sí, el ombudsman tlaxcalteca prefirió omitir un juicio respecto de la situación que prevalece en la entidad sobre el atropellamiento de los derechos humanos de los migrantes y, en cambio, pidió a los representantes de los medios de comunicación hacer la interpretación de los datos otorgados.