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El sector empresarial se cansó. En un desplegado demandó a las autoridades ejercer el Estado de derecho, para buscar un freno a la impunidad de diversos ilícitos que tienen un costo para el país de 10 puntos del PIB —aproximadamente 1.7 billones de pesos—, incluyendo inversiones no hechas, pérdidas por robos, gastos en sistemas de seguridad, entre otros. Además de que provocan que la economía deje de crecer al año entre 1 y 1.5 puntos.
Hay un ambiente “hostil a la actividad económica, al no haber Estado de derecho, ni confianza en las instituciones; en la protección del patrimonio, entonces las empresas dudan en invertir”, comentó el director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada según una nota del periódico El Universal.
Secuestros a transportistas, saqueos, robos, entre otros ilícitos, han sido una constante en los últimos años, pero que se han recrudecido luego de los acontecimientos sociales en Guerrero, Oaxaca y Michoacán.
El presidente de la Coparmex, Juan Pablo Castañón, dijo que el año pasado se reportaron 188 unidades de pasajeros robadas, 37 hurtos en la cadena de proveeduría, 217 tripulaciones y vehículos afectados, 4 mil 337 ilícitos contra la industria de alimentos, dos saqueos a tiendas de autoservicios y 44 manifestaciones violentas en diversos puntos del país.
El año pasado, el robo de autos y camiones con violencia se incrementó en estados como Baja California Sur, en 141%; Tabasco, 70%; Oaxaca, 43%; Quintana Roo, 41%, y en Sonora con 31%, según la Oficina Coordinadora de Riesgos Asociados (OCRA).
En cuanto al robo de camiones de transporte de mercancía, la Asociación Nacional de Transporte Privado que agrupa a empresas como Bimbo, Sabritas, Corona, Superior, ICA, y Femsa, han reportado una disminución de ataques contra sus camiones distribuidores, pero hay carreteras donde todavía es peligroso circular; por ejemplo, la de Monterrey-Ciudad Victoria; la de Ciudad Victoria-Nuevo Laredo, Atlacomulco-Tlajomulco y algunas en Sinaloa y Oaxaca.
Ninguna industria se salva, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero) aseguró que el índice de robos disminuyó en 2014, respecto a 2013, aunque hay algunos sitios como Nuevo León y el Estado de México donde el problema se ha recrudecido. De enero a octubre el robo subió a 5 mil 648 toneladas de acero.
El director general de la Canacero, Salvador Quesada, dijo que el crimen organizado se ha filtrado en las minas, donde extrae mineral de hierro.
La Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC) advirtió —apenas dos meses atrás— que en 2014 las mermas por estos flagelos alcanzaron 10 mil millones de pesos.
Mientras que para el director general Adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales, “hay dos frentes abiertos, donde hay ataques directos a empresas distribuidoras: Guerrero y Tamaulipas. El año pasado, en Guerrero, cerraron dos distribuidoras por amenazas y violencia”.
El director general del Imco, Juan Pardinas, declaró que el desplegado de los empresarios expresa el abandono de las autoridades.
Sin un frente a la impunidad y a la inseguridad pública, así como el restablecimiento del Estado de derecho, México difícilmente concretará sus objetivos económicos, indicó la directora general del observatorio México ¿Cómo vamos?, Viridiana Ríos.
El desplegado fue en respuesta a las agresiones que sufrieron 2,500 personas que asistieron al Congreso de Emprendedores en Chilpancingo, Guerrero, y al secuestro de camiones de Coca-Cola y Modelo en Iguala, que utilizaron grupos de choque para impactarlos en el portón del 27 Batallón militar de Iguala.
Pierde el IMSS cada año más de 14 mdp por robos
Anualmente, el IMSS pierde 14.3 millones de pesos en robos hormiga de medicamento y asaltos a sus inmuebles.
Dicha cifra es similar a la compra de medicinas que realizaron las delegaciones del IMSS en Oaxaca y el Estado de México en 2014, que suman en total 14.4 millones de pesos.
De acuerdo con una solicitud de acceso a la información y archivos en poder de Reforma, los robos se concentran en 17 entidades entre ellas el Distrito Federal, en donde se contabiliza el mayor número de casos con 23; Jalisco, con 14 reportes; Chiapas, con 10 y Nuevo León, con 9.
Según la nota del periódico Reforma, fuentes de la institución detallaron que el 60 por ciento de los medicamentos sustraídos son vendidos en el mercado negro; el 20 por ciento son robos hormiga y el resto son usados por el crimen organizado.
El mayor robo registrado por la institución de salud en los últimos siete años ocurrió el 27 de junio de 2011, en el edificio de la Coordinación de Abastecimiento y Equipamiento de la Ciudad de Chihuahua, en donde los delincuentes obtuvieron un botín de 11.3 millones de pesos en medicamentos.
Otro caso se suscitó en el Distrito Federal, el 28 de enero de 2011, cuando un grupo de sujetos se apoderó de 9.7 millones de pesos en medicamentos o cuando fueron sustraídas medicinas por un monto de 6.4 millones de pesos de un almacén de la delegación de Red Fría de Ciudad Victoria, Tamaulipas, el 15 de marzo de 2009.
Más recientemente, en junio del año pasado en la capital del País, fue detenida una banda de 10 personas que sustraían medicamentos de la empresa Farmatodo y que su detención fue por un sistema de localización GPS que tenían los medicamentos, según informaron tanto la SSP como la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF).
La Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica dio a conocer en noviembre que el mercado negro de medicamentos tienen ganancias por 11 mil 820 millones de pesos anuales.
En los últimos siete años, el IMSS sumó más de 100.7 millones de pesos en robo de medicamentos en todo el País.
De 2008 a 2014 se reportaron 115 robos en almacenes, farmacias, hospitales, centros de salud, unidades médicas y clínicas del instituto.
Entre los medicamentos robados están flanax, celebrex, canderel, cefaxona, buscapina, caladryl, broncolín, clorotrimetron, cicloferon, agrifen, prozac, supradol, viagra, pedialite, next, tosyn, tetanol, tesalón, solución antiséptica, jeringas, beyodecta, odolex, mucosolvan, melox y norace.
Estadísticas de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) indican que anualmente se venden en el mercado ilícito 164 millones de unidades de medicamentos plagiados.