- Salud
Con la política setentera de antaño que los priistas manifiestan como institucionalidad, el PRI a través de su sindicato de salud y de la SESA pretenden entregar nombramientos de personal regularizado y formalizado ante la inminente elección federal en donde el tricolor se encuentra con el descontento de la gente por las acciones emprendidas por el gobierno federal y estatal, buscando condicionar estos nombramientos y pareciendo que hacen un favor cuando estos debieron ser otorgados desde su proceso.
No es de extrañarse que en los próximos días el sindicato de salud y la SESA salgan con que ahora sí van a entregar nombramientos, cuando durante años en el caso de algunos no lo han recibido y que ahora electoralmente oportuno sería el anunció con el fin de generar apoyo para los candidatos de este partido que se encuentran bajos en las preferencias electorales.
Como lo dijo en una entrevista un aspirante a diputado federal independiente los derechos de los trabajadores no son los mismos para quienes tienen una plaza federal y quienes fueron regularizados y formalizados, por lo que el momento oportuno para capitalizar votos en favor de la “caballada flaca” del PRI es ahora.
Es por esto que se espera que sea en los próximos días se entreguen nombramientos para que una vez que se otorguen estos derechos a los trabajadores sean de inmediato abordados por la lideresa sindical, Blanca Águila Lima argumentando que es un logro de su sindicato y del partido en el poder, siendo que es una obligación y que lo hacen de manera tardía.
Estos nombramientos de manera sospechosa no han sido entregados en el estado, mientras que en otras entidades tienen tiempo de haber cumplido con lo estipulado, lo que genera dudas entre los trabajadores y da argumentos para pensar que Blanca Águila Lima los utilizará para una vez más ensalzar su gestión sin dar a conocer que estos debían ser otorgados hace tiempo y no como prebenda política.
Extraoficialmente se sabe que con estos nombramientos la lideresa Blanca Águila Lima pretende pedir facturas para favorecer al PRI y quedar bien con el gobernador del estado que ha pugnado por el despido de trabajadores del sector salud en aras de su pregonada austeridad que sólo es aplicada al molesto “tejido social roto” que tanto molesta a Mariano.