- Seguridad
Luego de lo ocurrido con los ex policías ex acreditables, tres mujeres denunciaron que una banda de asaltantes -de al menos seis integrantes- las amagó, sometió, ató y amordazó para llevarse cuanto quisieron, sin importar que a doscientos metros se ubica la Comisión Estatal de Seguridad.
Los hechos ocurrieron en las inmediaciones de la Calzada de los Misterios, un poco adelante de la delegación estatal de la Sedesol y SCT, ahí se registró este traumante asalto que dejó marcada para siempre a una familia, porque el auxilio de la autoridad llegó demasiado tarde.
Silvia N, narra que todo quedó asentado en la averiguación previa 048/2015/Tlax-3 de la PGJE, donde las afectadas recibieron una atención que deja mucho que desear por los empleados que ponen más atención en ingerir sus alimentos que en escuchar las demandas.
La afectada y jefa de familia relata que se había enojado con su esposo, como por el martes, cuenta que entonces agarra y siempre que nos enojamos dejo de ir al negocio así que no fui él se va hacer limpieza y no me dijo nada.
Dije bueno que vaya el solo y yo me quede a preparar como siempre yo soy la que prepara; entonces el viernes termino de preparar y se va a trabajar, me baño y subo a descansar.
Porque siempre que nos enojamos me deprimo mucho, mi hija sale con su novio a Soriana, me dice vamos a ir a comprar algo y le dije si hija no te dilates, en eso como a las 6 de la tarde me habla mi hija y me dice mama ven al cine, vamos al cine.
Le dije no hija me siento mal me siento cansada vayan ustedes, me dice dile a mi hermana y vengan conmigo, les dije no hija vayan ustedes yo me quedo; en eso estoy viendo la tele cuando empiezo a dormitar y me grita mi hija “mamá tocan”.
Tocaban fuerte y desesperado, todavía medio se veía eran entre las seis y media, prendo las cámaras por la televisión pero no había bajado a prender el foco de la marquesina y no se ve, se ve oscuro y yo veo un chavo de una silueta delgada traía una camisa clara.
Nunca se me ocurrió ver por la ventana, entonces me bajo y veo por el orificio y no estaba nadie me confié abro la puerta y veo que un chavo chaparro, moreno, gordito como de 20 años.
TRAEMOS UN ENCARGO, FUE EL ENGAÑO
Se agacha y levanta una caja color café y el chavo alto, moreno, delgado se acerca a mí y trae una libretita y me da el nombre de mi esposo y le digo si, me dice le traemos este paquete.
¿Dónde lo ponemos? porque viene pesado ya que venimos desde allá abajo entonces dije los manda el, póngalo acá está ahí un congelador.
Me dijo regálenos un vasito de agua, al momento en que voy agarrar una botella de agua y me agacho me pone la pistola y me dice cállate en ese momento me sujeto y yo giro y miro afuera y estaba un chavo atrás del chavo que tenía la caja, me voltea para el otro lado y me sube en eso subieron ellos dos les dan el pitazo a los otros.
No sé cuántos entraron pero eran señores ya grandes, esos 3 estaban novatos porque no nos trataron mal, pero los otros si, entonces me suben pero ya ante se habían adelantado los otros dos y agarran a mi hija en su recamara, mi otra hija escucho que hacíamos mucho ruido y me viene alcanzar y la agarran.
Dice mi hija que dos gordos, la encuentran en los pasillos de las recamaras al momento en que nos encuentran en los pasillos nos meten en la recamara más chica que es la de mi hija la mediana.
EL SAQUEO, INICIA EL TERROR
Nos hincan y nos quitan anillos, reloj, pulseras, aretes y todo lo que teníamos nos agachan y nos amarran con las cintillas blancas de plástico de seguridad, nos amarran los pies y las manos.
Nos amordazan entonces nos dijeron que nos acostáramos bocabajo mi hija la chica la vi encogida cuando la agarraron y se la llevaron ella dice que le dijeron “dinos donde está el dinero porque sabemos que aquí hay dinero, no queremos usar la fuerza”.
Después la meten al cuarto y la acuestan arriba de nosotras, llega uno con una voz muy fuerte como tipo militar y dice “órale hijas de su puta madre nos van a decir dónde está el dinero porque aquí hay dinero”.
Entonces le dije no hay dinero, busquen lo que quieran, llévense lo que quieran pero no hay nada, entonces se van y oímos que están volteando todo, sacaron todo en eso llega uno y me pregunta.
¿Cuantas pistolas hay aquí? Yo no sé con esa mala comunicación que tenemos mi esposo, yo supe que la tenía en el negocio entonces dije ninguna, cuando siento me patea la espalda y me dice “como jijo de la chingada no hay si aquí ya encontramos una”.
Le dije yo no sabía, entonces agarran y se van a seguir buscando en la casa, vuelven a llegar y como no habían encontrado nuestro dinero porque yo la tenía en una bolsa cuando abren los cierres la encuentran.
Les digo es todo lo que hay no hay más, ellos me dicen “vas a decir dónde está el dinero porque si no ahorita vamos a violar a tus hijas” entonces yo les dije busquen no hay más.
Lo que encontraron es todo, entonces dice mi hija que un señor moreno la empezó a desvestir porque yo estaba bocabajo y no la veía ya que estaba encima de nosotros, la empezaron a desvestir la empezaron a tocar y empezó a gritar mi hija y yo les dije que no le hicieran nada.
Entonces yo creo que los otros estaban desconectando una de las computadoras porque esa computadora suena cuando se desconecta, entonces se van y dejan a mi hija.
Se llevaron todo el grabador por la tele, el CPU, encontraron el ahorro de mi hija y nos dejaron otra vez con una cinta canela que encontraron por ahí y nos volvieron amordazar.
A los teléfonos de la casa les quitaron las pilas o sea nos dejaron incomunicad, entonces mi hija escucho un ruido de coche y yo creo que fue una batea porque se llevaron un mantel que uso para cubrir.
Yo creo que lo usaron para cubrir las pantallas de plasma que es lo más grande que llevaban porque lo demás fue chico laptops, oro, aretes, cámaras, dinero, etc; desgraciadamente aquí nadie sabe nada.
Una vecina dice que vió a un chavito que estaba para
do en esa casa y fue el chavo que se presentó después de que habían entrado los otros me lo describió, yo creo que han de ver estado rondando, cuando estaba amarrada le dije a uno de los hombre ya no aguanto mis manos, la circulación ya no la aguanto.
En ese momento se pasa por encima de la cama y me quita el gorro de la sudadera que yo llevaba puesta porque me lo habían puesto para que no viera nada, volteo y lo alcanzo a ver era alto, moreno y me dice “voltéate hija de la chingada” me vuelvo agachar y es al único que yo vi, yo no vi a los otros gordos que dicen mis hijas, como una hora y media estuvieron aquí.
EL DESENCANTO DE LA DENUNCIA
Desgraciadamente estaba un chavo, nos tardaron como dos horas en atendernos y eso porque un conocido hablo a no sé quién para que nos atendieran, entramos y el chavo ya tenía hambre ya estaba cansado se sienta y dice “aja que les paso” empezamos a contar y él dijo “oigan y ya cenaron” ya, ya cenamos contestamos “huy que gacho”, y uno hablando y el preocupado por la cena.
Entonces yo hablo y lo que medio recordé porque hasta apenas fue mi esposo a rectificar la declaración lo llamaron a él no a mí, fue mi hija y le dijeron que si no tenía facturas de todo lo que se llevaron necesitaba dos testigos para ver si de verdad teníamos todo lo que se habían robado.
Entonces ya llegaron mi hija la mayor y su novio porque ella se acuerda de todo lo que tenemos, fue. Cuando nos desatamos llaga la policía y dice es que tienen que ir a levantar una denuncia para que vengan los peritos por que dejaron la caja y no sabíamos que tenía.
Nos decían que no podíamos estar adentro porque no habían llegado los peritos y necesitábamos saber que tenía la caja, que era muy peligroso, que hasta que no vinieran los peritos no debíamos entrar.
Pero no podemos hacer nada hasta que vayan a levantar la denuncia, entonces agarramos y nos vamos yo como voy a saber bien que es lo que se llevaron a esas horas y yo declaro mi denuncia y lo que vi, las pantallas, oro, dinero, eran 5 pantallas de plasma.
Después resulta que mi hija tenía sus cámaras de video, sus cámaras fotográficas y le dicen a mi hija quien le estaba tomando la declaración, pero es que tu mama no dijo esto y esto, pero como comprenden que después dela alboroto yo sepa bien que es lo que se llevaron.
El chavo la primera vez estaba escribiendo y le dice a su compañero oye como le hago acá, no pues así y así échame la mano me voy a cenar y el otro llega y rápido escribió, me preguntaba y me volvía a preguntar y rectificaba otra vez la declaración.
Después viene el chavo y otra vez “a ya gracias, gracias” se sienta y empieza a escribir dan la una, dan las dos, dan las tres, dan las cuatro a la hora de imprimir nuestras declaraciones se equivoca y la imprime mal así que las fue rompiendo y las vuelve a imprimir entonces agarra y me dice bueno ya con esto.
Luego me dice, quiero un croquis de su casa, yo no sé medidas exactas, él quería medidas exactas ¿Cuánto mide su ventana de enfrente?
¿Cuánto mide el zaguán?
Entonces agarro y le digo a Víctor ven tú y dile como está la casa, él fue y ya más o menos le dijo, dice vayan con perito y perito ya va a la casa creo ahorita entreguen este papel, entregamos el papel y vino perito y solo tomo unas medias fotos, hizo su resumen de lo que había encontrado, como lo había encontrado y eso es todo nos vemos.
¿Y la caja, que paso con ella?
Ahí siguió la caja, hasta eso llamaron a traer a los militares, abrieron la caja y tenía nada más ladrillos eran como 12 ladrillos estaba pesada, en medio traía ropa vieja de niños, la caja venia forrada de papel lustre café…. Y como doce pinches ladrillos, con eso nos engañaron, reconoce la atribulada mujer.