• Tlaxcala
  • Luis Castillo
La senadora demuestra el musculo político y la capacidad para convocar lo mismo personajes de otros partidos que ciudadanos

Lorena Cuéllar rebasó las expectativas en su segundo informe de actividades legislativas y demostró que sin dar lunch, obligar a personas o dar algún tipo de dadiva, superó con creces la gente que metió Mariano en el centro de convenciones en su 4to informe de gobierno, quien a diferencia de la primera tuvo que hacer uso de la estructura del gobierno y obligar a los funcionarios a asistir, además de entregar el conocido “lunch tricolor”- tortas y frutsis-.

La senadora quedó corta en su expectativa y en el destape hecho por el presidente del Senado, Miguel Barbosa, lo mismo le aplaudieron senadores de su fracción y de otros partidos que personajes de la política local ligados a otras ideología, así como ciudadanos que acudieron a pie a observar el destape de Cuéllar en un momento en el que Mariano no podría gozar de tal nivel de popularidad y aceptación.

Para quienes acudieron al informe del gobernador les quedó claro que no gozó ni siquiera de la mitad de la gente que acudió con la senadora perredista aquella a la que un día martirizó, las diferencias y los recursos fueron abismales, el primero con la estructura del estado obligando con manotazos en la mesa y la segunda con la sonrisa que le caracteriza, austeridad en el evento y un temple que mostró el día de ayer que confirmó contar con la capacidad de mandó para dirigir a Tlaxcala sin zapes y gritos.

El musculo político lo demostró cuando la conocida “cargada política” se empezó a ver, en donde personajes de diferentes partidos y sindicatos confluyeron en el evento de destape de Lorena Cuéllar, además de la evidente muestra de que el panismo podría ir con la senadora debido a la presencia de Ernesto Cordero a quien el presidente del senado le llamo “mi amigo, mi hermano”, además de otros panistas locales que acudieron al informe como el alcalde Tlaltelulco el morenovallista Polvo Rea o como el ex titular de la SEP, Miguel Ángel Islas Chío, o el ex diputado local, Víctor morales Acoltzi.

Pero las diferencias no quedaron en el número de gente que pudieron convocar Mariano y Lorena – con una abismal diferencia-, sino en la manera de cómo la gente les responde a ambos, ya que mientras el primero tiene que obligar a manotazos, gritos y amenazas, por lo que es aborrecido, recibe rechiflas y sólo aplausos en eventos del vetusto PRI, Lorena no podía avanzar ante la multitud de gente que quería saludarla, platicar con ella, tomarse una foto o por lo menos tocarla.

Lo demostrado el día de ayer podría ser el ocaso y el inicio de una nueva etapa política para Tlaxcala y su gente harta del gobierno arcaico de Mariano y dar paso al inicio de una nueva generación de políticos alejados de ese llamado acuerdo de los “hijos políticos” de Sánchez Piedras, el “último de los mohicanos” ve como se desploma su poder e inicia de manera anticipada la renovación del gobierno, el cual nunca supo ejercer, Lorena esta presta para llegar Palacio de gobierno.

 

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