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Tras asegurar que el sello de su gestión como presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) será de transparencia, apertura a los medios de comunicación y combate a la corrupción a través de la atención pronta de denuncias, Elsa Cordero Martínez afirmó que su designación ayer como titular del Poder Judicial del Estado fue legal.
En ese sentido, argumentó que su elección fue con base en el artículo 14 fracción Quinta de la Ley orgánica de ese Poder y con respeto a la investidura de Tito Cervantes Zepeda como presidente saliente hasta las 11:59 de la noche del martes, por lo que descartó la existencia de algún interés jurídico que pueda impugnar su nombramiento hecho por mayoría calificada de siete de nueve magistrados.
En un encuentro esta mañana con los representantes de los medios de comunicación ya como presidenta instalada, ofreció que su oficina será de puertas abiertas a la prensa porque son el nexo con la sociedad, pero también promoverá la rendición de cuentas y la transparencia en sus actos y, en esa línea, se comprometió a abrir un canal para que los justiciables puedan presentar denuncias sobre actos de corrupción en las diversas áreas del TSJ, a las cuales les dará seguimiento y sobre todo celeridad.
Y luego de aceptar que las instituciones del país enfrentan una crisis de credibilidad y que el Poder Judicial está inmerso en esa dinámica, manifestó: “no tengo varia mágica para resolver el tema de la corrupción, pero sí disposición para atender las denuncias. No toleraré ningún acto corrupto de los que yo tenga conocimiento”.
De hecho, la magistrada que inició su segundo periodo como tal, abrió la posibilidad de revisar e incluso revocar los nombramientos de trabajadores hechos recientemente que no cumplan con el perfil para el cargo que desempeñan en lo operativo y jurisdiccional. La plantilla laboral del Tribunal Superior de Justicia es de unos 530, calculó.
Después, Cordero Martínez dio a conocer los cinco ejes fundamentales en los que descansará su proyecto de trabajo: fortalecimiento de la función judicial; profesionalización y consolidación de la carrera judicial; fortalecimiento de la infraestructura tecnológica; establecer el sistema de rendición de cuentas; y, eficientar la gestión administrativa y jurisdiccional. Todo ello, robustecido por 12 proyectos estratégicos más que incluyen un nuevo sistema de contabilidad gubernamental y la evaluación del desempeño.
Por último, dijo que tres personas de su confianza revisan el proceso de entrega recepción de la presidencia del TSJ que, básicamente, es de documentación más que de muebles o inmuebles, pero que pondrá especial atención en el tema financiero para el cumplimiento de sus metas.