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De los ocho miembros que conforman el cabildo en La Magdalena Tlaltelulco, se encuentra un tenor, José Luis Papalotzi Arenas, quien asegura que muchos piensan que un artista no puede estar inmiscuido en la administración pública, pero “tenemos la sensibilidad y estamos inmersos en el arte, es muy grato saber que uno puede hacer algo desde este ámbito”.
El tercer regidor llegó a la presidencia municipal representando al Partido del Trabajo (PT) y cuenta con la comisión de salud, derechos humanos y cultura, y el año pasado organizó un evento musical con la participación de la Orquesta de Guadalajara en apoyo de la Parroquia.
Se dice consciente que “el puesto dura tres años, es un ratito pero poder atender a la gente y dar lo mejor de uno es bueno, porque uno viene a servir y a veces a la gente cuando está en un puesto en enseguida se le olvida que esto no dura toda la vida, por eso hay que aprovechar el tiempo lo mejor posible, bueno, esa es mi idea como cantante”.
José Luis Papalotzi Arenas estudió en el Estado de México bajo la batuta de Leo Kraemer, es becado por el Estado de Hidalgo al ser uno de los ganadores del Concurso Internacional de Bel Canto efectuado en ese mismo lugar, también señala como su maestro Leonardo Villeda, por mencionar alguno.
El ahora representante popular señaló a Ojo Águila que su carrera tuvo una duración de once años para llegar a ser un tenor profesional, ahora alterna su tiempo para estudiar en el Conservatorio de Puebla la especialización de canto, aunque aún tiene pendiente organizar un concierto como parte del servicio.
En lo que respecta a su cartera como regidor, aseguró que ha mantenido constante comunicación con las autoridades de salud para atender peticiones de la gente, se han impartido cursos para prevenir la violencia en las escuelas del municipio y cuenta con otros proyectos para poder conformar coros en éstas.
“Nos tocó estar un ratito en la política, la verdad agradezco mucho a la gente que me dio la oportunidad, creo que se puede hacer mucho desde el ámbito artístico aunque la gente a veces crea que se deba estudiar derecho, todos somos iguales y soy un representante más, la decisiones las tomamos todos”.
Eso sí, reconoció que cambiar la mentalidad de la población es difícil porque cuando la propia gente o la foránea se refiere a La Magdalena de inmediato viene a la cabeza que es un pueblo, aunque hay muchas cosas buenas como para explotar su desarrollo y el turismo.