- Tlaxcala
La “caja de cristal” prometida sigue sin ser premisa para dependencias como el DIF estatal, en donde las omisiones en el apartado de transparencia siguen presentándose como en el caso del apartado que corresponde a los viáticos y gastos de representación, en donde la información no detalla el concepto de comisiones y se generan gastos que no corresponden a los peajes y no muestra las erogaciones en combustibles.
Las irregularidades son evidentes y como ejemplo está el traslado el 14 de marzo de 2014, de la presidenta del DIF, Mariana González Foullon a la ciudad de Guanajuato, Guanajuato pero con el concepto de “visita a San Miguel de Allende para conocer la unidad médica móvil que se va adquirir para la dependencia”, en donde además de confundir ambas ciudades no hay gastos de alimentos ni de peajes, sólo dos mil 499 por concepto de hospedaje.
En una salida del 18 de marzo de 2014 y el regreso un día después, la directora de esta dependencia, Liliana Lezama Carrasco asistió a la primera reunión de titulares de los sistemas estatales DIF a la ciudad de México, en donde nuevamente no se detalla el gasto en combustible y el concepto de peajes es por 902 pesos, siendo que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) dice que el costo actual de las casetas es de 60 pesos para la de Texmelucan y 100 pesos para la de San Marcos, 160 pesos, cifras que no cuadran y no son explicadas en el portal de transparencia.
Así como los dos ejemplos expuestos hay varios en los que principalmente el peaje no corresponde a los lugares a los que se acude y en muchas ocasiones hay cifras exorbitantes de gastos en hospedaje como el hecho por Lezama Carrasco el 18 de marzo, en donde el recurso que se empleó fue de cuatro mil 681.46 pesos en la ciudad de México.
De manera extra oficial se sabe que quienes están en el administrativo sólo buscan cuadrar las comprobaciones de los gastos, los cuales serían excesivos por parte de la presidenta y la directora, por lo que en consecuencia los justificarían con datos alejados de la realidad y de la austeridad tan pregonada al “tejido social roto”.