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Fieles a la tradición priísta, el secretario de Salud, Alejandro Guarneros Chumacero en compañía de los altos mandos de la Secretaría de Salud (SESA) acudieron a hacer campaña en favor del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el tercer Distrito, en el municipio de Hueyotlipan, presuntamente utilizando los recursos humanos y financieros de la dependencia, de acuerdo con versiones de quienes obligadamente acudieron a estas labores de proselitismo.
Según el relato del personal de la SESA que pidieron el anonimato por la actitud represora del odontólogo Guarneros Chumacero, fueron llevados a la comunidad de San Simeón ubicada en el municipio de Hueyotlipan a la casa de un conocido político, para que de manera posterior los juntaran con personal que labora dentro del Ayuntamiento de este lugar, quienes aseguraron igualmente son invitados “voluntariamente a la fuerza” para hacer actividades de proselitismo en favor del candidato priísta que aseveran no levanta simpatías y sólo genera repudios.
En Hueyotlipan uno de los principales operadores es el presidente municipal Petronilo Roldán Pérez, quien hace lo propio con los trabajadores del Ayuntamiento para asegurar que haya presencia en las giras del candidato del PRI y presuntamente para utilizarlos en las labores de convencimiento.
El personal de la SESA manifestó que de manera directa iban con personas que podrían ofrecer respaldo a Ricardo García Portilla, ya que no ofrecieron algún tipo de jornada médica o algo parecido, todo esto con la anuencia de la dirigente de la sección 27 del Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Blanca Águila Lima, ex candidata perdedora por esta demarcación.
Ante tal situación, quienes están siendo coaccionados y obligados rechazaron que este tipo de acciones abonen a mejorar el posicionamiento de su candidato de Blanca Águila y el gobernador y por el contrario están generando rencores que pagarán caro el 7 de junio cuando acudan a otorgar el voto de castigo a la que llamaron la administración estatal más corrupta y represora de la que se tenga conocimiento.
Finalmente, aunque con temor amagaron con acudir ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) si es que continúan este tipo de acciones que vulneran incluso hasta sus derechos humanos según los quejosos.