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Ganado con infecciones muy fuertes pueden ser producto de la contaminación, así mismo, personas que tienen contacto con el agua podrían...

Ganado con infecciones muy fuertes pueden ser producto de la contaminación, así mismo, personas que tienen contacto con el agua podrían tener efectos secundarios en su salud. A pesar de los riesgos y el volumen de descargas residuales y basura, la Conagua nada hace por frenar el problema y sancionar a los responsables.

Tlaxcala, Tlax.- El activismo social, ni la opinión de especialistas, mucho menos el clamor del pueblo, han hecho eco por emprender acciones de mantenimiento para recuperar la laguna de Acuitlapilco, la cual ha estado en proceso de desecación; sin embargo pareciera que se niega a morir, a pesar del descuido del hombre, la contaminación y el desinterés del gobierno.

Cuerpo receptor de agua que, según antecedentes históricos se remontan a la época de la Conquista española, pues de acuerdo con algunas crónicas, Doña Marina o Malinche, pareja del capitán Cortés, gustaba de bañarse y peinar sus largos cabellos a orillas de  este recurso natural, en extinción desde hace aproximadamente veinticinco años.

Para la comunidad de Acuitlapilco y sus alrededores, la laguna constituyó por siglos, una fuente inagotable del recurso hídrico, hasta el último cuarto del siglo XX.

Al mismo tiempo de convertirse en un ecosistema natural de importancia para Tlaxcala, aunado a la vocación productiva de la comunidad, en razón de la actividad acuícola.

Tan importante aporte fue para la agricultura de la región, como para la sobrevivencia humana, pues dada la importancia  del acuífero, también representó un espacio apto para la recreación y el turismo, en cuyo espejo era común ver en los atardeceres el reflejo de la montaña Malinche.

En su calidad de laguna, durante mucho años se alimentó con avenidas importantes de agua durante el ciclo anual de lluvias, 19 en total según registros, lo que permitió ocupar de mil 45 hectáreas cuando el agua aún era limpia.

 Sin embargo fue durante el último cuarto del siglo pasado cuando el espejo natural se perdió poco a poco hasta desaparecer prácticamente, en un proceso de desecación, aunado a la basura y la contaminación de la empresa Ideal Estándar, tal y como lo afirmó en su momento acusó Joseph Cid, representante de una organización local ambientalista.

Aprovechándose de esta situación, y casi a punto de fenecer, a finales de los años 90 muchos lugareños tentados por la ambición comenzaron a apropiarse ilegalmente de una franja considerable de tierras a su alrededor, invadiendo así el área federal, lo que hoy es fácil de atestiguar a simple vista.

De ese tiempo a la fecha, innumerables han sido los llamados a las autoridades  para el  rescate y saneamiento de esta laguna a efecto de fomentar el equilibrio ecológico de la zona.

Sin embargo, durante todo este tiempo, ninguno de los actores de la esfera gubernamental, federal, estatal, municipal y comunitaria, han tenido la capacidad de revertir el deterioro ambiental, en lo que a postre lograse proyectar como un atractivo turístico.

Su extinción tiene muchas hipótesis; especialistas suponen que el azolve producido por la avenida de tierra provocó una capa de lodo aproximada de tres metros de alto en el vaso natural, lo que aunado a la propagación del lirio acuático, produjo el taponamiento de los veneros naturales y el oxígeno del agua escaseara en perjuicio de multiplicidad de especies acuáticas, básicamente peces.

En contrasentido,  la población se ciñó por mucho tiempo al mito de que al morir una enorme serpiente que vivía al centro de la laguna, ésta se secaría.

Lo que hoy en día y en apariencia la laguna está en proceso de recuperación, realmente el volumen del preciado líquido que recibe se origina de las descargas de aguas residuales del sistema público proveniente de los conjuntos habitacionales asentados en la jurisdicción del municipio de Tlaxcala.

Ejemplo claro de este hecho negativo en perjuicio del ecosistema lo representa  la unidad habitacional Xicohténcatl, la que contamina a través de un canal natural hasta el punto de descarga, en una longitud aproximada de más de medio kilómetro, a cuyo paso va dejando olores desagradables perceptibles durante un buen tramo de la carretera Tlaxcala-Puebla, en la población de Acuitlapilco.

Otros cauces alimentadores se generan de los escurrimientos desde las partes altas de poblaciones como: Acuitlapilco y Atlahapa del municipio de Tlaxcala.

Así como La Aurora y San Lucas Tlacochcalco, del municipio de Tepeyanco, los que en ambos casos  a su paso acarrean basura en un volumen considerable.

No obstante lo anterior, la Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento, en su Artículo 150 establece, entre otras cosas, que la Comisión Nacional del Agua (CNA),  en el ámbito de su competencia, promoverá las medidas preventivas y de control  para evitar la contaminación de las aguas superficiales o del subsuelo por materiales y residuos peligrosos.

Así mismo, determinará las medidas correctivas que deban llevar a cabo las personas físicas o morales responsables.

Por lo que hace al Artículo 151 de esta misma Ley reglamentaria del Artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, refiere que “se prohíbe depositar, en los cuerpos receptores y zonas federales, basura, materiales, lodos provenientes del tratamiento de descarga de aguas residuales y demás desechos o residuos que por efecto de disolución o arrastre, contaminen las aguas de los cuerpos receptores, así como aquellos desechos o residuos considerados peligrosos en las normas oficiales mexicanas respectivas”.

De tal forma que con el objeto de apoyar la prevención y control de la contaminación del agua, la misma CNA está obligada a promover, fomentar y apoyar, estudios e investigaciones encaminadas a generar conocimientos y tecnologías que permitan la prevención y control de la contaminación del agua y sus aprovechamiento racional.

Situación que en opinión de algunos vecinos y paseantes de la zona, la dependencia federal en Tlaxcala pasa por alto.

Más allá de esta triste realidad, es común observar el libre pastoreo en la zona; incluso sirve de abrevadero para caballos, borregos y vacas.

Algunas de estas especies a las cuales se les pudo observar con severas infecciones, presuntamente producto de esta contaminación.

Así mismo, y sin alguna medida preventiva para la salud, a personas entrando en contacto directo con el agua contaminada, lo que a la postre podría generar infecciones en la piel.