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El fenómeno se registró en un municipio fronterizo de Coahuila. El presidente Enrique Peña se comprometió a reconstruir viviendas.

Un tornado atípico categoría F2 en la escala de Fujita (cuya máxima es 5) despertó ayer a los 136 mil habitantes del municipio fronterizo Ciudad Acuña, Coahuila, donde causó muerte y destrucción.

De acuerdo con una nota del periódico La Jornada, el saldo es de 13 personas que perdieron la vida, alrededor de 150 heridas y un recién nacido desaparecido, según cifras del gobierno estatal.

Al menos 750 viviendas sufrieron afectaciones, 80 de ellas destruidas por completo luego de ser impactadas por vehículos particulares y camiones que la fuerza del viento levantó de la superficie y lanzó por varias decenas de metros.

Las brigadas de Protección Civil, bomberos, policías y elementos del Ejército Mexicano contabilizaron 50 vehículos con pérdida total.

Hasta anoche no había cifras oficiales sobre damnificados, pero se calcula que son alrededor de 2 mil 300. También se informó de al menos 4 mil 684 viviendas sin energía eléctrica.

La Secretaría de Gobierno en Coahuila informó que los 150 lesionados fueron atendidos en distintos hospitales. Precisó que el Instituto Mexicano del Seguro Social auxilió a 130 heridos y anunció la apertura de sus clínicas y del hospital general para brindar atención médica a quien lo requiera, sin importar si es derechohabiente. Por la noche la Secretaría de Salud dijo que se atendió a 290 personas.

El alcalde de Acuña, Evaristo Lenin Pérez, informó que alrededor de las 5:30 horas cayó una tormenta y minutos después de las seis de la mañana se formó el tornado que atravesó la ciudad en segundos.

Con 11 mil 400 kilómetros cuadrados de superficie, Ciudad Acuña es uno de los municipios con mayor extensión territorial en Coahuila, y, de acuerdo con testigos, el meteoro atravesó la zona poniente en menos de 10 segundos.

La colonia más golpeada por el fenómeno meteorológico fue la Altos de Santa Teresa, donde hay cientos de viviendas de interés social en las que habitan obreros de maquiladoras de las industrias electrónica y automotriz, la principal actividad laboral.

Por sus calles se observan viviendas que se vinieron abajo, y otras, en pie, pero con daños estructurales importantes, de acuerdo con evaluaciones primarias del departamento del Cuerpo de Bomberos.

Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las rachas de viento de fueron de 220 kilómetros por hora. Esta destruyeron los jardines de niños Vicente Lombardo y República, así como la escuela primaria Humberto Jiménez Garza, informó el secretario estatal de Educación, Jesús Ochoa. Las clases fueron suspendidas en todos los niveles.

El director del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Jaime Bueno Zertuche, informó que se habilitaron siete albergues temporales para atender a los damnificados.

En las oficinas regionales del DIF y en las escuelas y facultades de la Universidad Autónoma de Coahuila se recibirán víveres que se enviarán a los albergues; también hay centros de acopio en todas las oficinas de gobierno, las iglesias, los centros comunitarios y empresas privadas.

El gobernador del estado, Rubén Moreira Valdez, quien se trasladó a la zona de desastre desde la mañana, dijo que el número de viviendas con daños y que no cuentan con servicios elementales como el de energía eléctrica, “es impresionante”, pues el viento “arrancó los postes”.

Sobre el número de damnificados, dijo, “todavía no tenemos una cifra completa, porque hay desde personas que no tienen energía eléctrica y que están resintiendo un daño, hasta la terrible tragedia de quienes fallecieron; estamos en la evaluación”.

Lo primero, subrayó, “es levantar escombros para ver si no tenemos más muertos que lamentar; ahorita estamos en eso, después viene la parte de reconstrucción. Tenemos albergues dispuestos por el ayuntamiento y del gobierno del estado, con personal de Secretaría de la Defensa Nacional. Se van a instalar cocinas y comedores para atender a toda la gente.

“Es muy claro cómo entró el tornado; fue impresionante, terrible”, expuso el mandatario estatal durante el recorrido.

Ciudad Acuña se localiza a unos 500 kilómetros de Saltillo, capital del estado, y colinda con Del Río, Texas, Estados Unidos, donde el tornado también destruyó viviendas y vehículos. La ayuda para los acuñenses damnificados empezó a llegar al mediodía.

Los habitantes de Piedras Negras se organizaron para enviar agua y comida. Esta última localidad, situada a 100 kilómetros de Acuña, fue azotada por un tornado categoría F1 el 24 de abril de 2007, con saldo de tres muertos, 150 lesionados y 15 desaparecidos.

El titular de la Procuraduría General de Justicia de Coahuila, Homero Ramos Gloria, reportó que la policía del estado montó un dispositivo de seguridad extraordinario en la zona luego que durante la tarde hubo reporte de actos de vandalismo y robos en viviendas con daños.

De acuerdo con la Conagua, la escala Fujita clasifica a los tornados según su capacidad de destrucción. El F0 levanta vientos de 60 a 117 kilómetros por hora y causa daños leves a la infraestructura.

El F1 tiene vientos de 117 a 181 kilómetros por hora y puede mover automóviles y levantar techos de lámina en viviendas.

El tornado F2, como el que afectó a Acuña, levanta los techos de concreto de viviendas, arrasa con automóviles y camiones y sus rachas de viento de 181 a 250 kilómetros por hora pueden descarrilar vagones del ferrocarril.

Un tornado F3 tiene vientos hasta de 320 kilómetros por hora, saca árboles de raíz, derriba viviendas y edificios.

El tornado F4, con rachas de viento de 320 a 420 kilómetros por hora, puede lanzar trenes completos y camiones de carga y destruir viviendas y edificios en segundos.

Un tornado F5 alcanza vientos de 420 a 510 kilómetros por hora y sus efectos son de destrucción total.

Acude Peña al municipio de Acuña y promete su reconstrucción

El presidente Enrique Peña Nieto prometió anoche a los afectados por el tornado en Ciudad Acuña, Coahuila, que reconstruirá sus casas.

El Gobierno federal confirmó que hasta el momento han contabilizado 750 casas con daños y destruidas.

Además, la Secretaría de Salud informó que de las 290 personas que acudieron a hospitales aún están internadas 44, ocho de ellas serán sometidas a alguna cirugía.

Al llegar ayer por la noche a una de las zonas afectadas, en la Colonia Altos de Santa Teresa, el Primer Mandatario se subió a la parte trasera de una pick up para dar un breve mensaje a decenas de vecinos afectados.

Confirmó que murieron 13 personas, hay una niña desaparecida y cuatro adultos más, por lo que diversas corporaciones siguen en las labores de búsqueda.

"A las familias que resultaron afectadas quiero darles la tranquilidad de que el Gobierno de la República, el Gobierno del Estado y las autoridades locales estaremos trabajando para que al partir del censo se den los apoyos necesarios para viviendas, que una sean reparadas y otras, que hubiesen reportado en pérdida total, sean reconstruidas. Expresarles toda nuestra solidaridad y que sepan que no están solos", indicó según se informa en otra nota del periódico Reforma.

Afirmó que en el trascurso de la madrugada al menos el 50 por ciento de las viviendas tendrá agua y en los próximos tres días se restablecerá completamente la energía eléctrica, ya que los vientos derribaron decenas de postes.

Tras el encuentro con los vecinos, el Presidente se reunió con miembros de su Gabinete y el Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, quienes dieron un reporte más detallado de los daños.

Peña Nieto pidió las autoridades estatales y de los tres municipios afectados armar una bolsa de recursos para reconstruir la zona.

"Lo que quiero dejar acreditado es el total apoyo del Gobierno para que trabajemos en forma muy coordinada, que no dispersemos esfuerzos", apuntó.

Explicó que la Defensa Nacional, Marina y Policía Federal realizarán labores de vigilancia para evitar acciones de rapiña.

El Primer Mandatario durmió en un hotel de Ciudad Acuña para hoy dar un recorrido temprano por las zonas afectadas y después regresará a la Ciudad de México para recibir a su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff.

Enrique Peña está acompañado por los Secretarios de la Defensa Nacional, Marina, Gobernación, Desarrollo Urbano, Salud y Desarrollo Social, así como por los directos de la Comisión Federal de Electricidad y Conagua.

También se informó que se instalaron comedores comunitarios y albergues; sin embargo, se aclaró que la mayoría de los afectados optó por irse a casa de familiares o amigos.

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