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Tras asegurar que el no regresa a la política porque nunca se ha retirado, el ex gobernador y candidato de Morena a la diputación federal por el primer distrito electoral con cabecera en Apizaco, Alfonso Sánchez Anaya, sostiene que al país le urge una oposición responsable que defienda los interés del pueblo en la Cámara de Diputados.
Bastaron dos años y unos meses para comprobar que el PRI y el presidente Enrique Peña Nieto no pudieron con el paquete, pues para nadie es desconocido que México está inmerso en una crisis económica, de seguridad y de confianza, responde el también ex senador de la República.
En entrevista con e-consulta, Sánchez Anaya se muestra lucido y ágil para responder los cuestionamientos y no duda en ningún momento en dar cifras para argumentar sus críticas al gobierno de Peña Nieto.
¿Cómo ve al país con el regreso del PRI a la presidencia?, se le pregunta.
Nadie puede negar que hoy se vivimos una crisis económica. Al inicio del año se hablaba de un presupuesto de más de 4 billones de pesos, el cual sufrió una reducción en los dos primeros meses por cerca de 160 mil millones de pesos.
Además, la caída en los precios del petróleo a menos de la mitad de lo que se había presupuestado resulta preocupante, porque esos recursos representan entre el 25 y 30 por ciento del gasto nacional, explica.
A lo anterior, agrega, hay que sumar los otros recortes anunciados al presupuesto por parte de la Secretaría de Hacienda y los pronósticos a la baja en el crecimiento económico del país.
Si bien, continua, esa la parta más visible del problema económico de México, por otro lado está la deuda interna, asunto del que no se comenta mucho, pero que en realidad es muy alta.
El candidato a diputado federal por Morena manifiesta que la economía y las actuales condiciones ha repercutido en la generación de empleos. Lejos de abatir ese problema se ha incrementado.
¿Qué opinión le merecen las reformas estructurales de Peña?
Fueron demasiadas en tan poco tiempo. El hecho de que uno proponga una reforma y se concrete no quiere decir que al otro día de que aparezca publicada se aplicará. Siempre hay un proceso y un tiempo, entonces, la verdad es que aquí fueron demasiadas leyes y propuestas.
Las reformas de gran calado como las califican no han tenido ningún efecto positivo y sí negativo, porque por ejemplo con la reforma energética que llamó la atención de todos los mexicanos se nos dijo que iban a venir de inmediato inversionistas y que se iban a generar empleos, además de que se movería toda la industria nacional en torno a la explotación de petróleo y el gas, sin embargo la verdad es que se cayó el precio de petróleo y no hay inversionistas, señala el ex gobernador de Tlaxcala.
Y agrega, la explotación del llamado oro negro también va a la a baja. Antes se lograban extraer dos millones quinientos mil barriles diarios y hoy vamos en los dos millones doscientos mil barriles, es decir, que para este año la caída será del 8 por ciento.
Pero lo que resultó criticable, aclara, fue que la Suprema Corte de la Justicia de la Nación no haya aceptado una consulta para que los mexicanos decidieran si avalaban o no la reforma energética.
Por lo que respecta a la reforma educativa, esos cambios estuvieron mal, porque simplemente no se ha llevado a la práctica y sólo existe en el papel.
Sostiene que hay uno o dos temas que han tocado. A mi me parece que no es fue una reforma educativa, pues para decir eso habría que hablar de la educación de manera integral, es decir, desde el edificio de donde se imparte la clase, el mobiliario, los contenidos didácticos, el maestro, el área administrativa, la relación maestro alumno y la relación de la comunidad educativa con la sociedad, es decir, es todo.
Más bien pareció una reforma laboral. En el sentido de cómo te voy a calificar, cómo te voy a evaluar y los requisitos administrativos que se deben cumplir. Por eso me parece que está mal, puntualiza.
Al tocar el caso de la reforma laboral, Alfonso Sánchez también lamenta los cambios a esas leyes, toda vez que ni las empresas ni los trabajadores han percibido sus cambios.
Nos dijeron que se crearían cuatrocientos mil nuevos empleos y hasta donde sé, se han generado muy pocos.
Lo que es una realidad, añade, es que a los trabajadores les quitaron sus derechos, de ahí que ahora se contrata por hora y según las expresiones de los propios empresarios esa modalidad no les conviene.
Más adelante, el candidato a diputado federal refiere que la reforma hacendaria y fiscal es otro fracaso del gobierno de Enrique Peña.
Para nadie, expresa, es desconocido que han cerrado muchos pequeños negocios, creo que 50 mil han bajado la cortina por todas las exigencias para el cumplimiento de los requisitos fiscales.
Lo que les iba a dar supuestamente un excelente resultado en la salida del sexenio de Peña Nieto no les salió y ahorita es un dique, pues hoy en día tenemos un problema económico grave. Hay escepticismo ya no solamente en la clases pobre, si o en la clase media que prácticamente está en extinción y todos pasaremos a ser clase obrera.
Ahora también los empresarios ven con temor la situación y ya empezaron a sacar su dinero. También no ven certeza y tampoco seguridad, concluye.