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  • Xico Corona
Llegó violando la Ley de Salud de Tlaxcala, hasta el momento la dependencia sigue sumida en el caos.

Lo que quiere hacer pasar como un acierto con el cambio del director de Servicios de Salud, en sí es la corrección de un error de tantos que ha tenido al frente de la Secretaría de Salud (SESA) el titular, Alejandro Guarneros Chumacero, quien empezó con el pie izquierdo luego de que a su llegada se tuvo que violar el artículo 15 de la Ley de Salud de ese entonces debido a que no cumplía con los requisitos que marcaba dicha ley, la cual posteriormente fue derogada por los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y así darle legalidad al hoy secretario de salud.

Recordemos que los requisitos que marcaba la ley cuando llegó Guarneros Chumacero eran muy claros en el sentido que pedía que fuera un médico titulado con alguna especialidad, lo que no cumplía de acuerdo con lo mostrado en el Registro Nacional de Profesiones (RNP), por dos situaciones, la primera es que el hoy secretario de salud no es médico cirujano, sino odontólogo y en la segunda es que no cuenta con la especialidad requerida en ese entonces, hoy gracias a los diputados del PRI cualquiera puede hacerse cargo de la salud de más de 1 millón 200 mil tlaxcaltecas.

Algo que ha permitido que el titular de la SESA al no contar con el perfil como médico no tenga la sensibilidad para manejar una dependencia que ha demostrado no cumplir con sus funciones, dejando la salud de los tlaxcaltecas en manos de sus más allegados a pesar de ni siquiera haber sido parte de la campaña de Mariano González Zarur quien ayer mostró que también es sentimental.

Esta sería una de las razones por las que no hay medicamentos no sólo en los centros de salud de la entidad, sino en los principales nosocomios del estado, en donde las carencias ponen en riesgo a los trabajadores de la salud que se juegan su empleo pero lo más grave es que hay un permanente peligro para los pacientes por las deficiencias, producto de la austeridad del gobierno de quien prometió “resarcir el tejido social roto”.

En consecuencia, el cambio de director de Servicios de Salud que dan conocer con “bombo  platillo” como un logro, en realidad es el intento de remediar el error de haber puesto en la segunda posición de la SESA a un personaje que tuvo evidentes anomalías en su paso por estados como Veracruz y Yucatán para sustituirlo por un veracruzano que parecer tener un perfil similar pero sin la preparación que requiere una posición de la que depende la salud de los tlaxcaltecas.

 

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