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Aunque no se tocó el tema al respecto, en la pasada reunión de consejeros estatales, la sanción impuesta al Partido Revolucionario Institucional (PRI) por parte del Instituto Electoral de Tlaxcala (IET) que asciende a 464 mil 908.85 pesos es la herencia del diputado local, ex líder del partido, aspirante a la dirigencia tricolor y quien podría ser el abanderado al gobierno del estado por el partido en el poder, Marco Mena Rodríguez.
Misma que dijo que revisará e investigará el presidente interino del Comité Directivo Estatal (CDE), José Luis Ramírez Conde y después del análisis y si existe la posibilidad la impugnará ante el órgano electoral con el objetivo de que las finanzas del partido no se vean dañadas, ya que además existe otra sanción más de 100 días de salario mínimo que equivale a 6 mil 828 pesos, cifra más contenida que la primera multa.
En el PRI a diferencia de lo que sucedió en el Partido Alianza Ciudadana (PAC), el entonces dirigente, Marco Mena no fue removido como en el caso de Bernardino Palacios, ambos siendo presidentes de sus respectivos partidos y directamente responsables de la sanción a sus institutos, no obstante, que la salida de cada uno fue diferente, mientras que el ex diputado local tiene una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR), el actual legislador local priísta podría buscar nuevamente la dirigencia partidista e incluso postularse por la gubernatura.
La responsabilidad inclusive podría salpicar al diputado federal electo y ex dirigente estatal del tricolor, Ricardo García Portilla, quien dejó el cargo el pasado mes de febrero para competir en las elecciones federales intermedias de junio, por lo que tuvo que llegar Marco Mena para cubrir el cargo dejado al vació por el hoy ganador de la contienda federal.