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No conforme con los infiltrados que tiene dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para sabotear los trabajos que se realizan para las elecciones locales de 2016, Mariano González Zarur estaría camuflajeando al ex magistrado Hugo Morales Alanís para que fuera impulsado desde el Sol Azteca para lograr el cargo de Magistrado de los órganos Jurisdiccionales Locales en Materia Electoral para el estado de Tlaxcala, como consecuencia de la importancia que tendrá esta posición en el proceso electoral.
El aspirante a Magistrado que da por un hecho su unción, estaría siendo apadrinado al interior del PRD por el exdirigente estatal, Luis Roberto Macías Laylle, quien sería la puerta de acceso no sólo al perredismo, sino para tratar de infiltrar al “lorenismo” siguiendo con las ordenes que habrían sido dictadas desde palacio de gobierno.
Allegados a Macías Laylle dijeron a este medio como se dieron todos los hechos mediante los cuales el gobernador logró infiltrar a perredistas para desestabilizar las aspiraciones de Lorena Cuéllar Cisneros al considerarla el personaje con más fortaleza y quien podría derrotar a su partido en las urnas en el proceso electoral del próximo año.
El artífice sería Mariano González quien pidió un cobro de facturas a Macías Laylle, ordenándole que buscara la manera de incluir a Gelacio Montiel dentro de la estructura de la dirigencia nacional a costa de lo que fuera para desestabilizar las aspiraciones de Lorena Cuéllar.
La intención de sabotear las elecciones y al perredismo llegó al grado de que mediante la intercesión de Macías Laylle, el PRD buscaría apoyar a Hugo Morales Alanís para ser Magistrado electoral y servir a los intereses del Partido Revolucionario Institucional (PRI), personaje ligado al marianismo y que ha visto envuelto en diversos escándalos.
En un periódico digital de Puebla, se hace mención de la detención de Morales Alanís por abandono de persona, luego de que amenazara a su esposa, entre otras situaciones que ignorarían los perredistas que estarían apoyando a un personaje apadrinado por el mismo gobernador bajo la protección de Macías Laylle, dejando en las manos del marianismo una de las partes más importantes de la elección, la posible calificación.