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Panistas que estuvieron presentes en el Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Acción Nacional (PAN) a la hora del registro de Adriana Dávila Fernández como precandidata al gobierno del estado, pidieron al dirigente del partido, Carlos Carreón Mejía que cumpla cabalmente con lo que marca la convocatoria y no permita que por la posición que tiene la legisladora violente la convocatoria del partido.
Quienes pidieron el anonimato por las represalias que pudiera tomar Dávila Fernández, atestiguaron que la senadora llegó tarde al horario que se estipuló en la convocatoria, por lo que consideraron una falta de respeto y que al haber llegado después de la hora establecida debe quedar excluida como precandidata, debido a que contó con el tiempo necesario para realizar el trámite ante el Comité que preside uno de sus más allegados, Carlos Carreón.
Sin embargo, panistas cercanos a la senadora confirmaron que la convocatoria para los registrios de los aspirantes a la candidatura al gobierno del estado establece como horario de las 10 de la mañana a las 7 de la noche, por lo que los documentos de Dávila Fernández se ingresaron en tiempo y forma.
El registro para alcaldes y diputados si se cerró a las 6 de la tarde, pero si se revisa la convocatoria se puede comprobar que para el caso de los aspirantes al gobierno tenían hasta las 7 de la noche, de ahí que Adriana Dávila presentó sus papeles a las 6:15 de la tarde, comentaron.
No obstante, panistas inconformes pidieron que el CDE del PAN se conduzca conforme a lo que marca la convocatoria y no de ventaja a quien se sabe es del mismo grupo de quien presidente el instituto político, ya que es sabido que la misma senadora ha presumido contar con todo el respaldo de la dirigencia estatal para maniobrar su placer.
Cabe señalar que la situación que atraviesa Adriana Dávila se suscitó en la elección interna del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2010, cuando Mariano González Zarur estaba descartado por haber incumplido con la convocatoria pero que finalmente fue ayudado por la dirigencia estatal para primero hacerse con la candidatura y luego ganar la gubernatura ante el repudio que representaba en ese entonces el gobierno en turno.