- Tlaxcala
A pesar de los estragos que los fuertes vientos y lluvias causaron en la pasada semana, la nieve que cayó sobre el volcán Malintzi fue suficiente para que miles de turistas visitaran el fin de semana la zona y disfrutaran de la nieve.
El parque nacional "La Malinche" recibió a miles de turistas de los estados de Tlaxcala y Puebla, debido al temporal invernal que tuvo cabida durante la semana anterior, el agua nieve y los fuerte vientos hicieron que el volcán se llenara de nieve hasta la mitad. Hasta el sábado 12 de marzo protección civil autorizó el acceso a la Malintzi, la zona se volvió un parque recreativo y familiar que todo el mundo pudo disfrutar.
Durante el ascenso se lograba notar los estragos que causaron los vientos ya que hubo muchos árboles tirados, trozados a la mitad; incluso en la primera cuarta parte se lograban observar pequeños rastros de nieve. Desde las primeras horas ya había turistas que llegaban desde muy temprano, muchos incluso habían ascendido desde las 6 de la mañana.
Mucha gente se restringió de subir más allá del arenal por no contar con el equipo necesario para escalar con nieve, pero eso no evitó que subieran hasta donde más podían, armados de palos y ramas lo suficientemente fuertes para brindarles soporte al subir.
Los niños quedaron emocionados al ver por primera vez la nieve, hubo gente de todas las edades que no le importó el cansancio ni las dos horas y media que tarda el ascenso hasta el arenal con tal de disfrutar del elemento blanquecino frío. Hasta los miembros de la tercera edad se animaron a acompañar a sus familiares aunque algunos no disfrutaran de la nieve.
Algunos aprovecharon para hacer figuras y otros jugaron con ella aventando bolas de nieve. Al ser más complicado el descenso que el ascenso, algunos intrépidos optaron por deslizarse como toboganes en la parte más empinada de la montaña.
Hasta el mediodía la Malintzi se empezó a inundar de turistas, se contaban más de 400 autos estacionados entre los que llegaban y se iban, hubo personas que incluso sacaron a pasear a sus perros, unos abrigados y otros perros que nacieron para ese tipo de ambiente.
Aunque el fuerte sol de la tarde comenzó a derretir la nieve y hacer el ascenso un tanto peligroso y resbaloso, la gente no dejó de disfrutar de este elemento que se da pocas veces en temporadas de invierno.
Se espera todavía que miles de turistas todavía escalen la montaña antes de que se derrita el hielo.