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- Los familiares de dos muertos y dos heridos de la Colonia Díaz Ordaz, aún recuerdan la tragedia de mayo de 2010
A los habitantes de la Colonia Díaz Ordaz, del Municipio de Emiliano Zapata, las campañas políticas que se viven en Tlaxcala no los conmueven “ni tantito”, sólo sirven para recordarles la tragedia que vivió el pueblo hace seis años por parte del equipo de Adriana Dávila.
Han pasado ya muchos meses del drama. Los muertos siguen presentes en la memoria de sus familias. Los heridos cargan aún con sus heridas físicas. Y el pueblo tiene presente que son moneda de cambio para los políticos que sólo los buscan cuando quieren su voto, después vuelven al olvido.
Recuerdan y tienen presenten que hasta su comunidad llegó Adriana Dávila a pedir el voto, pero una vez que se suscitó el percance, nunca más puso un pie en esas tierras, a pesar de que fue un accidente nunca regresó ni como funcionaria federal ni como Senadora de la República.
La posibilidad de que en esta campaña nuevamente los visite un político despierta en ellos el recuerdo de dos de sus vecinos muertos por la negligencia del equipo de campaña de la candidata panista, la cual curiosamente este año aparecerá nuevamente en las boletas electorales.
Y sirve para que Elías Hernández y Estanislao Alvarado recuerden el drama que vivieron en la cama de un hospital, en medio de la indiferencia, todo por la negligencia y la falta de sensibilidad de quien quería en ese entonces también gobernar Tlaxcala.
Hoy, uno vive sin dos de sus extremidades, y el otro sufre secuelas por las fracturas que tuvo en una de sus piernas.
Lo que más les duele a las víctimas del percance del 25 de mayo de 2010 y a los familiares de quienes ya no están entre nosotros, es el olvido por parte de los panistas y de su candidata; y la actitud de los priístas del actual gobierno, quienes los revictimizaron buscando sus testimonios, para tratar de sacar provecho del percance.
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