- Educación
Hace algunas semanas aquí en e-consulta se dio cuenta de la forma en que Alfredo Cuecuecha, quien trabaja como presidente de El Colegio de Tlaxcala, A.C. (Coltlax) utiliza la institución con franca opacidad para cometer actos de corrupción con el Fondo Mixto del Conacyt, así como para dar empleo a sus familiares y amigos.
Al interior del Coltlax, las cosas desde entonces no han cambiado sino para empeorar. Varios empleados y ex empleados de aquélla institución han verificado los datos que aquí publicamos, se ha confirmado y ampliado el uso faccioso de la institución, incluso con un cinismo que sólo puede ser posible por la impunidad que goza el presidente de aquélla institución.
El Coltlax, que en otros tiempos fue referente regional en materia de investigación, hoy sirve sólo a los intereses económicos y egocéntricos de Alfredo Cuecuecha y su circulo más cercano, conformado por tránsfugas de otras instituciones de investigación del país, supuestos doctores que evidencian que el Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt, puede ser corrompido de manera simple y vergonzante al simular cursos, publicaciones y construir todo un sistema de academia-ficción, para favorecerse económicamente y justificar las políticas públicas del gobierno estatal y federal.
Es el caso de Gerardo Reyes, Sergio Flores, Ignacio Ibarra, Kristiano Raccanello y Héctor Cortez, quienes defienden a capa y espada públicamente al Cuecuecha Mendoza, pero quienes a sus espaldas se burlan de él, ellos mismos y los alumnos del doctorado han calificado al Dr. Cuecuecha como competidor de Andrea Legarreta, por el planteamiento ridículo de argumentos que pretenden defender lo indefendible.
Pero los propios alumnos del Coltlax, llaman a todo ese grupúsculo “legarretos” pues están hechos de la misma madera “intelectual” que Cuecuecha y la conductora del programa Hoy de Televisa.
Tal es el desprestigio de la institución, que los cursos que imparten están siendo cuestionados por su precaria calidad, por la irresponsabilidad de los ponentes quienes llegan tarde o no asisten a impartir sus cursos y cuando lo hacen apuestan a la memorización de lecturas desvinculadas con los objetivos de los programas académicos.
A ese grupúsculo de corrupción recientemente se unió el operador de medios Manuel Camacho Higareda, quien desde que fuera despedido de la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, por la traición política a los Ortiz se ha convertido en un alabardero del actual gobierno y de su candidato, en el Coltlax su papel es similar, se le han diseñado programas en televisión de Tlaxcala, para continuar con la política de simulación del actual gobierno.
Es un tema muy grave, se le está haciendo un daño irreversible a la prácticamente inexistente investigación científica en Tlaxcala. La simulación de logros del actual gobierno busca fortalecerse con versiones supuestamente académicas.
El cinismo es esquizofrénico en el Coltlax, el presidente Cuecuecha remitió con total impunidad un correo electrónico, para obligar a los trabajadores de la institución a asistir a laborar el próximo 5 de mayo, sin que le importara de manera alguna que se trata de un día feriado registrado así de manera oficial en el DOF.
El correo, en manos de este medio de comunicación, dice lo que sigue:
“Ese día [se refiere al 5 de mayo] hay una evaluación de CONACYT, por lo cual no podemos suspender labores ese día. PERO TIENEN RAZON HAY UN ORDENAMIENTO OFICIAL, establecido arbitrariamente por los diputados. Enviaremos una circular para que el personal que deba trabajar se presente y veamos después por qué día de la semana lo sustituimos.
Se requieren los choferes, personal de limpieza, personal de sistemas, todas las personas que están relacionadas con mi proyecto de investigación...”
Con total cinismo el pseudo economista neoliberal, califica de decisiones arbitrarias a un ordenamiento publicado de manera legal en Diario Oficial de la Federación, se refiere en esos términos desde su condición de servidor público lo que de suyo, ya representa una violación grave que debiera ser sancionada por la Contraloría del Ejecutivo, pero aún más, reconoce que el personal deberá permanecer en la institución para –cito- “MI proyecto de investigación”.
Las cosas en el Coltlax, siguen empeorando, y los investigadores con temor reconocen que la única posibilidad de subsistencia que tiene su institución es que las próximas elecciones llegue un proyecto de gobierno que vea a la Ciencia no como un negocio, sino como una forma de desarrollo de la región.