• Elecciones
  • Pedro Sierra
Morena es la única oposición real al PRIAN; Apizaco es el ejemplo de la alianza perversa entre ambos partidos para seguir saqueando.

La honestidad es uno de los valores de Alejandro Antonio Parra Ramos. Por eso Morena lo impulsa. Por eso la gente no duda en incorporarse a su causa como candidato a presidente municipal de Apizaco.

Alejandro busca el bien de la gente, busca recuperar los mantos freáticos, tiene proyecto en el tema de seguridad pública usando tecnología de vanguardia, tiene la capacidad y la preparación para administrar de manera transparente a gran municipio, tan castigado en ese capítulo.

Honestidad es lo que la gente exige. Está cansada de obras mal planeadas, precisamente hechas en un marco de deshonestidad.

Apizaco es un municipio rico, pero sometido a un saqueo increíble. Su historia, sus recursos naturales, su dignidad, la herencia ferrocarrilera, todo ello es un botín que trienio tras trienio se reparten los grupos que hoy llegan con una ambigüedad partidista.

PRI y PAN atacan al Pueblo desde diferentes trincheras. Lo justifican argumentando una lucha en el contexto democrático previo a la elección del cinco de junio.

Pero, por un lado el hijo del gobernador hace campaña en el séptimo distrito –con cabecera en Apizaco, y por el otro un panista, parte del monopolio camionero, cierra la pinza, a través de la cual puedan seguirse afianzando en el poder.

Los acompaña la hija de Emilio Sánchez Piedras, en la candidatura plurinominal del PAN. Son lo mismo. Tienen el mismo origen. Más poder a la bestia insaciable.

¿Por qué aceptar de antemano que nos aguardan tiempo en manos de semejantes grupos del mal?

Hoy Morena, que es la única oposición al PRIAN, plantea un pacto social al que se llama Cambio Verdadero.

Seguir en las manos de esos grupos es involucionar. Es la entrega a ojos cerrados del patrimonio de los apizaquenses.