- Elecciones
Los funcionarios de la Casilla Especial de la cabecera del distrito XII en Teolocholco que logró instalarse al alrededor de las 8:15 horas de este domingo, tuvieron que cancelar la apertura de la misma, presionados por un grupo de vecinos inconformes con las boletas electorales para ayuntamiento, pues temían que se diera la posibilidad que personas ajenas al municipio votaran por las autoridades locales.
Medio centenar de hombres y mujeres adultos debatieron por cerca de una hora con el presidente y el secretario de la Casilla Especial, así como con las dos representantes del Instituto Nacional de Elecciones (INE) quienes explicaban una y otra vez que “el sistema (software) del padrón electoral nos arroja por quien puede votar el ciudadano, si por alcalde, por diputado o solamente por gobernador”.
Sin embargo los inconformes se resistieron a aceptar los estos argumentos, pues la sospecha de fraude era latente, puesto que acusaban que “podrían regresar los acarreados” que la noche anterior se habían apostado en las inmediaciones “para hacer fila para votar” en la citada casilla especial y que fueron desalojados por pobladores en la madrugada.
Tras acalorada discusión, el presidente de casilla trató que someter a votación de los representantes de los partidos políticos ante dicha casilla la continuidad o cancelación de la recepción de votos, toda vez que “tres ciudadanos” ya esperaban sufragar; pero creció en número de ciudadanos que acudía a protestar contra esta modalidad electoral.
¡Qué se cancele!… ¡Qué se cancele!, era el grito de exigencia de los más de cien ciudadanos que se arremolinaban en torno a la mesa directiva de casilla, cuando el orden y respeto se salió de control, y empezaron a volar las urnas, la mampara y hasta la mesa que hacía las veces de escritorio.
Ante las acciones radicales que estaba tomando algunos ciudadanos, los funcionarios de casilla y un represente del INE, Daniel George Juárez, que acudió ante la emergencia, decidieron suspender la instalación de la Casilla Especial e inutilizar las boletas electorales, y ante la vigilancia “del pueblo” (unos 50 vecinos) que con celular en mano grababan cada detalle, los representantes de los partidos políticos se dieron a la tarea de cancelar cada boleta de ayuntamientos, diputado y gobernador, levantándose el acta correspondiente.