• Tlaxcala
A partir de mañana, la Profepa revisará los 401 verificentros de la Megalópolis para checar que sus instrumentos funcionen correctamente.

A partir de este viernes, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) revisará los 401 verificentros de la Megalópolis (Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala) para corroborar que sus instrumentos funcionen correctamente.

Los dinamómetros, los lectores de gases, los tacómetros, las estaciones meteorológicas y los opacímetros de 337 centros de verificación particular y los 109 de verificación del transporte público federal será revisados por 64 inspectores organizados en 16 brigadas.

"Nosotros empezaremos mañana y esperamos terminar antes de que termine el año", dijo el subprocurador de Inspección Industrial de la Profepa, Arturo Rodríguez Abitia, en la presentación del proyecto en el centro de verificación ubicado en la Central de Abasto.

Rodríguez Abitia dijo que como parte del cumplimiento de la nueva norma de verificación vehicular, presentada en junio, se revisará también la documentación que demuestre el cumplimiento con las especificaciones técnicas de los verificentros.

El funcionario aclaró que los inspectores no son policías ni llevan al Ministerio Público, pero anunció que a partir de sus reportes, realizados mediante una orden de inspección, se podrían establecer sanciones que podrían llegar a la clausura del centro de verificación y multas económicas de hasta 50 mil veces el salario mínimo por cada irregularidad.

"La corrupción puede ocurrir en muchas partes de todo el sistema de medición y de reporte", señaló el subprocurador de Inspección Industrial de la Profepa. Pero nosotros esperamos contribuir a reducir este tipo de comportamientos y sitos en la parte y el tramo que nos toca, que es exclusivamente garantizar que los instrumentos de medición operen correctamente.

"Lo que buscamos es que por lo menos no se otorguen hologramas de manera indebida porque las misiones equipos correspondientes no sean confiables", aseveró.

El funcionario también presentó, brevemente, el OBD, o Sistema de Diagnóstico a Bordo, que medirá la emisión de contaminantes de autos posteriores a 2006.

La información se almacena en una plataforma electrónica, por medio de la cual las autoridades supervisarán a los verificentros sin que éstos puedan interceder en el reporte.

"Esta información llega a la nube, y desde la nube se manda la instrucción sobre el tipo de holograma que debe otorgarse al vehículo. Le manda una instrucción directamente en una impresora porque el holograma ahora se va a imprimir en el momento de la medición y no como ocurría antes.

"Lo que se busca es utilizar una especie de sistema como el que utiliza en la banca para que la autorización no provenga del propio verificentro sino del sistema central", explicó Rodríguez Abitia.

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