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A través de sus Centros de Investigación

La Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), a través de la Secretaría de Investigación Científica y Posgrado, en coordinación con el Centro Tlaxcala Biología de la Conducta (CTBC) y el Centro de Investigación en Genética y Ambiente (CIGyA), como parte del compromiso social con la sociedad y las alianzas estratégicas con otras instituciones, efectuó las charlas de divulgación: “Dime qué comes y te diré de qué te enfermarás” y “La contaminación de las pilas”, dirigidas a padres de familia y estudiantes del nivel secundaria.

La primera de ellas fue impartida por el Dr. Jorge Rodríguez Antolín, académico del CTBC e investigador nivel I, perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), quien coordina el laboratorio de nutrición y metabolismo de esta Casa de Estudios.

Esta exposición tuvo como propósito motivar la reflexión sobre la importancia de cuidar la alimentación de las mujeres durante la gestación, ya que, explicó, es en esta etapa cuando se generan un gran número de enfermedades que se presentarán en la vida adulta, entre ellos padecimientos cardiovasculares, cerebrovasculares y metabólicos, como la diabetes mellitus, enfermedades que hoy constituyen una de las principales causas de muerte en la población mexicana y que tienen su origen en factores genéticos y epigenéticos.

El Dr. Rodríguez Antolín señaló que el síndrome metabólico se ha incrementado en la población en los últimos años, debido al aumento del consumo de “alimentos chatarra”, por sus altos contenidos de grasas, azúcares y almidones, y bajos en proteínas, lo que finalmente terminan por desencadenar patologías como diabetes mellitus, hipertensión y obesidad, por lo que mantener una dieta balanceada es fundamental.

Durante su charla dio a conocer el trabajo que desempeña el laboratorio de nutrición y metabolismo de la UAT, en donde se desarrolla un modelo de síndrome metabólico en ratas adultas, inducido por una malnutrición gestacional.

El Dr. Jorge Rodríguez Antolín explicó que el síndrome metabólico es un grave problema de salud pública y que dentro de dos décadas el presupuesto de salud del gobierno mexicano será insuficiente para tratar este tipo de trastornos; por ejemplo, la diabetes se incrementa de manera sorprendente en personas cada vez más jóvenes y niños.

En relación a la segunda conferencia, ésta fue realizada por el Mtro. Víctor Carrasco Reséndiz, académico adscrito al CIGyA, quien expuso que las baterías están elaboradas con metales pesados como: mercurio, cadmio, manganeso y plomo, que al no tener un manejo adecuado y estar expuestas a la intemperie, pueden causar daños a la salud y provocar enfermedades como leucemias, cáncer, padecimientos renales entre otros, de ahí la importancia de generar una cultura del reciclaje.

“Cuando una batería deja de tener una vida útil, agregó, generalmente se deposita en la basura y su destino son los rellenos sanitarios. Estos sitios, por lo regular, se localizan  en áreas a  cielo abierto y al no tener un confinamiento adecuado sufren la corrosión de sus carcazas, este es el momento en el que se produce la contaminación pues se derraman los electrolitos internos, arrastrando metales pesados hacia los suelos, aguas superficiales y subterráneas, donde  podría contaminar la de consumo humano o destinada a  riego de hortalizas”.

Para finalizar, motivó a los presentes a organizar campañas de recolección y especificó algunas acciones que se deben implementar cuando las baterías han concluido su funcionalidad: “lo primero que se debe hacer es colocarles cinta aislante en los polos positivo y negativo, almacenarlas en un envase de plástico seco, posteriormente las pueden llevar al Centro de Investigación en Genética y Ambiente, ubicado en las instalaciones de la Facultad de Agrobiología de la UAT en el municipio de  Ixtacuixtla u otras instancias que realicen esa tarea”.

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