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La tranquilidad del municipio San Juan Huactzinco se rompió la mañana del pasado martes, luego de que policías de esa comuna se enfrentaron a balazos lo cual derivó en que pobladores realizaran desmanes en la presidencia municipal gracias a la ingobernabilidad, que culminaron con la quema del inmueble, daños materiales severos, así como agresiones a un reportero, sin que hubieran sido detenidos los responsables.
Cerca del medio día del pasado martes, un grupo de inconformes ingresaron al inmueble al que después de sacar un par de sillones prendieron fuego a diversas oficinas del Ayuntamiento, entre ellas la del Registro Civil, en donde el fuego consumió en su totalidad los documentos oficiales.
Antes, ya habían causado destrozos en puertas y ventanas del inmueble las que destruyeron como muestra de la inconformidad principalmente por parte de aparentes familiares del sub director de la policía Rufino Guzmán Corona quien resultó severamente lesionado tras recibir cuatro impactos de bala por parte de su agresor Oscar Hernández quien también fue lesionado por arma de fuego, solo que se dio a la fuga.
Tal decisión de prender fuego a la alcaldía, fue justificada después de que el alcalde priista Antonio Robles Pineda no acudió a la cita que se presume habría concertado con los inconformes y estos optaron por prenderle fuego al edificio que recientemente fue inaugurado.
Sin embargo tras haber prendido fuego al inmueble, el secretario particular del alcalde de nombre Orión Guzmán salió del mismo ya que se encontraba escondido en el interior, y fue perseguido por un grupo de pobladores quienes se enfrentaron a golpes en una calle aledaña.
Un grupo de inconformes aprovecharon la nula intervención de las autoridades estatales y además de realizar todo tipo de actos vandálicos en el lugar donde se encuentra el edificio público, hasta se dieron el lujo de estar ingiriendo bebidas embriagantes.
Ni los reporteros de diversos medios de comunicación que cubrimos el conflicto resultamos ilesos, ya que además de haber sido amenazados ya que de ser sorprendidos el tomar evidencias de los actos vandálicos, nos haríamos acreedores a la reacción violenta del pueblo.
En consecuencia, un grupo de habitantes arremetieron contra el reportero Yassir Zarate de la estación radiofónica FM Centro de Apizaco a quien le robaron el teléfono celular justo en el momento cuando trasmitía en vivo y en la refriega hasta los lentes perdió.
Después de la confrontación con medios de comunicación, optamos por retirarnos del lugar ya que no hubo garantías del Estado para realizar el trabajo informativo en un conflicto que llevaba más de seis horas.
Sin embargo al ir de salida de ese municipio ya cerca de las 15:00 horas, y al ingresar la fuerza pública del Estado con equipo de antimotines al municipio de Huactzinco para poner orden, luego de varias horas de desmanes, nos reincorporamos al convoy para continuar con la labor informativa que fue coartada por los habitantes.
El contingente superior a los 200 uniformados pertenecientes a la Coordinación Estatal de Seguridad Pública (CES) provocó que los disidentes salieran huyendo de la explanada de la presidencia municipal.
Incluso, un grupo de habitantes que se envalentonaron al calor de unas copas y le robaron el teléfono celular al reportero de FM Centro de Apizaco Yassir Zarate, salieron huyendo y dejaron botadas las bebidas embriagantes que degustaban.
El fuerte operativo policiaco fue encabezado por un vehículo especial tipo "tanqueta" para disuadir manifestaciones con el que lograron regresar la tranquilidad a ese municipio.
Hasta las 16:00 horas del martes, no se reportaron personas detenidas a pesar de los actos vandálicos, así como las agresiones hacia reporteros y hacia la policía.
Minutos después arribaron bomberos para apagar lo poco que quedó de papelería oficial y algunos muebles que ardían todavía en el interior del inmueble.
Luego de la balacera que se suscitó la mañana de este martes entre policías municipales, mediante repique de campanas se llamó a la población para darse cita en el centro de la comunidad, sin embargo la misma no acudió de manera inmediata como se esperaba por parte de los disidentes.
Se tuvo conocimiento que ya entrada la noche del martes regresó la aparente tranquilidad en ese municipio, en tanto, en las afueras de esa demarcación permaneció un contingente similar de uniformados en espera de ingresar a esa localidad en caso de que los ánimos se volvieran a caldear.