- Política
Siempre en mi mente
“Tú, estas, siempre en mi mente…”
Fue cuándo escuche esta canción de Juan Gabriel que supe que mis oídos apreciaban a alguien que “pintaba” para convertirse en un gran artista. Siempre he sido aficionada a la música popular, y soy una “fan”profesional cuándo un artista me gusta. Sigo sus presentaciones, busco y colecciono sus discos. Asisto cuándo me es posible a sus shows. Pero, sobre todo, trato de comprender su lenguaje creativo, entender al músico, al compositor, al intérprete, al artista, en este caso.
“Estas tú, tú, tú a cada instante…”
Así es que, con gran entusiasmo—porque el que exista un verdadero artista siempre es motivo de alegría, de satisfacción—estuve atenta de la producción de Juan Gabriel, comentaba con amigos, y festejaba sus nuevos éxitos. Trataba de estar al tanto de su evolución.
“Ayúdame a vivir, que yo puedo ser feliz…”
Fue e cuándo llego “Querida”. Para mí, Querida es la composición que implica un cambio cualitativo en la calidad de Compositor de Juan Gabriel. Permítaseme un símil: es con la que desplego las alas, para los grandes vuelos. Con Querida se atreve musicalmente, mezcla estilos melódicos, y con actitud innovadora y audaz marca el inició de una nueva etapa en su creación musical.
“Porque estas tú, tú…”
Pero no estoy segura que sólo sea el genio detrás de “Querida “lo que me cautivó de Juan Gabriel. Creó que lo que me hizo tenerle un enorme respeto, y una gran empatía, fue su autenticidad. Observar en un Palenque de Gallos, en esa tradición mexicana de presentar a grandes artistas después de que “el giro “ y el “colorado” culminaron a navajazos con su vida y con el dineral de apostadores y novatos, observar, digo, cómo los asistentes varones, a lo “mero macho”, quedaban azorados cuando el “Divo” salía al escenario, recelosos y molestos, primero, y dos canciones después, coreándolo fascinados, y entonando, un tequila entre otro, alguna de sus grandes canciones. Aplaudiendo a rabiar.
Juan Gabriel se atrevía. Se atrevía a bailar, y “mover la barriguita”. Se atrevía a componer canciones para su Mamá, en la entrega filial mexicanísima, y canciones “ avangard “ (esta noche yo me iré a algún bar) no obstante la falsa moral prevaleciente. Se atrevía a ser niño y juguetón, y a expresar en el escenario el yin y el yan. Un ser humano de 360 grados.
“…siempre en mi mente.”
La vida fue esplendida conmigo. Tuve oportunidad de conocerlo personalmente. Coincidimos un día en la sala desierta de algún aeropuerto en algún lugar extraño y en un horario extravagante. Lo reconocí y me acerque, preguntándole si era Juan Gabriel, y expresándole cuánto gustaba de sus canciones. Pronto se dio cuenta que realmente apreciaba su trayectoria. Tuve oportunidad de sostener con él otras conversaciones, siempre sobre la música, o el mercado internacional para los compositores mexicanos. Lo conocí como un hombre sencillo, generoso, y amable. De su magnanimidad tenia noticias, porque sé que fue solidario con muchas artistas cuándo necesitaron de su apoyo, cómo compositor o cómo amigo, y que tuvo gestos de filantropía, con Ciudad Juárez, con Parácuaro, y con varios grupos musicales.
Los escenarios mexicanos y latinos lo extrañaran, y sus fans estaremos atrapados en la “saudade”. Sí, sabemos que su talento y arte, lo trascienden a la inmortalidad.
Cómo te olvido??... siempre en mi menteeeee...