- Salud
Aun cuando su moribundo gobierno nunca se ocupó de la atención a los enfermos renales, Mariano González Zarur está empeñado en no dejar pasar la construcción de una Clínica de atención a quienes padecen esta enfermedad por cuestiones políticas, concretamente porque el nosocomio que cuenta con una mezcla de recursos está autorizado, el pecado es que fue gestionado por la senadora Lorena Cuéllar Cisneros, férrea critica de su administración.
En su campaña rumbo a la gubernatura Lorena Cuéllar prometió la construcción de la Clínica de atención a enfermos renales fuera o no la titular del Poder Ejecutivo, ahora a casi medio año de la polémica elección la senadora ha logrado aterrizar los recursos para que se edifique un centro de atención para la enorme cantidad de pacientes que existen en Tlaxcala al ser la entidad con más porcentaje de este padecimiento a nivel nacional.
La senadora declaró que ya cuenta con el terreno que fue donado por el Ayuntamiento de Amaxac, así como el equipamiento que fue gestionado con la Fundación Ale y 16 millones de pesos para comenzar la primera etapa de la construcción del centro especializado, sin embargo, el recurso se podría perder por la falta de sensibilidad de Mariano González de otorgar una firma para que se permita el inicio de la edificación.
Y es que el recurso debe ser mandado al estado y éste autorizar, hacer un convenio, aperturar la cuenta y comenzar con la construcción de la Clínica, algo que ha evitado hacer el gobernador por cuestiones políticas olvidando la necesidad de los cientos de enfermos renales que no han sido atendidos por su gobierno.
Ante la necedad de Mariano González, la senadora buscó al líder de la bancada del PRI en el Senado, Emilio Gamboa para que sensibilice al gobernador y permita que el bienestar común sea privilegiado sobre sus intereses particulares, ya que de no hacerlo a la brevedad el recurso para los enfermos renales podría perderse.
En entrevista para este medio, un enfermo que tiene padecimientos renales pidió al gobernador que se deje de “rabietas” y se ponga a pensar en ellos “sino pudo el hacer algo por nosotros por lo menos que deje que otros lo hagan, sabemos que es una persona llena de odio pero por lo menos que haga algo bueno al final de su sexenio el cual ha sido el peor que ha habido desde que recuerdo”, sostuvo el paciente que ya ha tenido un trasplante de riñón.