- Tlaxcala
Desde temprana hora del día de hoy, en el municipio de Sanctorum, llegó el nuevo Obispo del Estado de Tlaxcala, en donde fue recibido por el nuncio apostólico, Franco Coppola y Jorge Iván Gómez Gómez, administrador diocesano y el Gobernador del Estado, Marco Mena.
Arribó al seminario donde lo recibieron los feligreses de diferentes decanatos y sacerdotes de la Entidad, en un aproximado de 10 mil personas.
Hacía las 11:00 de la mañana, fue oficiada la misa de su ordenación episcopal en la que estuvieron presentes los obispos de otras entidades del país.
Dentro de la ceremonia de ordenación, Mons. Franco Coppola, le encomendó de parte de su santidad, el Papa Francisco, velar por la fe de los tlaxcaltecas. Fue mostrada, ante los miles de feligreses el acta episcopal que lo avalan como pastor de la iglesia católica en Tlaxcala.
Después de la homilía de Mons. Coppola, en el acto principal, fue entonado un canto de adoración a Dios titulado “Ven Espíritu creador”; al finalizar el himno, el nuevo obispo fue presentado a la iglesia católica. Acto seguido, Mons. Julio César, declaró sus votos y promesas a la labor como pastor y representante de los católicos del Estado.
En seguida, fueron entonadas las letanías por el pueblo católico, mientras Mons. Aquino se postraba en el piso como su máximo signo de ordenación.
Le fueron entregado, los signos que han de acompañarle en su tarea como líder de la fé: La unción en la cabeza y la entrega del libro de los evangelios; La mitra como un recuerdo de su autoridad y santidad en la iglesia; el solideo color violeta, que simboliza la protección y dedicación a un sólo Dios; el báculo, como signo externo de la labor pastoral; la cruz pectoral, en memoria de la pasión del señor y el anillo, en señal del desposorio del obispo hacía su iglesia.
Para finalizar el rito de ordenación, Mons. Julio Aquino, recibió de los obispos presentes y el ordenante Coppola, el beso de la paz.
La ceremonia prosiguió con el ofrecimiento de las ofrendas, que fueron llevadas por algunos feligreses.
Al concluir la misa de ordenación, el nuevo Obispo dirigió su primer mensaje al pueblo de Tlaxcala, en el que expresó, sentirse en casa.
“Regreso a nuestras raíces tlaxcaltecas” expresó al hablar de que en la sociedad se viven de pobrezas, enfermedades y diferentes formas de esclavitud, pero que el Papa Francisco indica que el camino es la pastoral de la misericordia.
“Deseo que este mensaje llegue a los cuatro puntos cardinales de la diócesis” expuso al hablar que la misericordia consiste en “salir de nosotros mismos” para dar el testimonio de la fuerza sanadora del amor.
Indicó que Tlaxcala vive el momento de un don especial, en motivo de la próxima canonización de los niños mártires.
“La vida de la pastoral de la diócesis tendrán un antes y un después de la canonización” puntualizó.
Retomó una escena evangélica de la Sagrada Familia, para explicar que San José es el patrono de la Iglesia Universal, el salvador que lleva a Jesús a tierras extranjeras, lo que simboliza el proyecto misionero de la vida.
Agradeció el apoyo de su familia, del episcopado, a los miembros de la familia Josefina, laicos y misioneros, de los feligreses y del Gobierno de Marco Mena, por el esfuerzo brindado en la realización de la celebración.