- Seguridad
Entre humillaciones, discriminación, acoso sexual, falta de equipo y de capacitación es como trabajan policías de Tlaxcala adscritos a la Comisión Estatal de Seguridad (CES)
Así lo denunciaron los propios elementos ante la organización Causa en Común durante el levantamiento del Índice de Desarrollo Policial (Indepol) que realizó con las policías estatales y la federal.
También acusaron mal uso de los exámenes de confianza porque, dijeron, no se les permite conocer sus resultados y aun así se les despide con el argumento de que salieron reprobados.
"Necesitamos más personal, mejores sueldos y capacitación a los policías, pero sobre todo a nuestros mandos que no saben nada", se lee entre los testimonios policiales concentrados en la base de datos de Causa en Común.
Los elementos policiales aseguraron que, en medios de comunicación, sus mandos anuncian con "bombo y platillo acciones que ni siquiera las cumplen".
"Esas personas no funcionan, sólo llegan al puesto por compromisos políticos y la corrupción se corta desde los mandos altos y de ahí para abajo, pero siempre quieren comenzar desde los más débiles porque saben que a ellos nadie les presta atención, no se sigan engañando, estamos secuestrados por unos cuantos y esos mismos controlan todo el sistema", refirieron.
En estas condiciones, los elementos policiales celebraron el Día del Policía.
El estado de fuerza estatal de Tlaxcala es de mil 659 policías que recibe, cada uno, un salario promedio de 7 mil 590 pesos mensuales con derecho a incremento anual del 5 por ciento, y un horario laboral de 24 por 24 horas.
El Indepol fue medido a través del testimonio de 134 policías de diferentes rangos, más los mandos altos y medios.
El 35 por ciento de ellos aseguró haber sido testigo de conductas de humillación por parte de sus compañeros; un 32 por ciento, de discriminación; el 14 por ciento, de abuso físico; y el 20 por ciento de acoso sexual.
Según el índice, la función de los policías se desvía a otras actividades como investigar a políticos, dar mantenimiento en propiedades privadas, recoger basura, votar por un candidato específico, asistir a mítines políticos, y hasta hacer encargos para los familiares de sus superiores.
Acusaron que ellos pagan de su bolsillo el uniforme y botas que usan, fornituras, papelería para informes, gasolina y reparación de las patrullas.
Además, consideran que las evaluaciones de control de confianza sirven para "dar de baja de forma errónea a buenos elementos".