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Difícil hazaña pretende realizar el diputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Padilla Sánchez al querer reelegirse en el cargo después de diversos errores que ahora le están pasando factura y ponen en riesgo la permanencia en su asiento en el Congreso del Estado por tres años más.
Simpatizantes, militantes, amigos y hasta familiares eran bateados por el sobrino de Beatriz Paredes Rangel cuando arribó al Poder Legislativo, minimizando a quienes lo apoyaron y evadiendo tener cualquier tipo de contacto con ellos, sin embargo, los tiempos electorales han invertido la posición y ahora Padilla Sánchez mejor conocido como “la iguana” es quien busca a aquellos que le dieron el respaldo.
Desde que Padilla Sánchez logró que el PRI le diera nuevamente la candidatura para su reelección, se enfocó en buscar a aquellos a los que les falló para que lo apoyaran pero derivado de su comportamiento, decidieron actuar de la misma manera.
De acuerdo con el relato de varios conocidos de Enrique Padilla, le llamaban por teléfono recién llegó como diputado local y la contestación era, “estoy muy ocupado, estoy en una reunión, yo te regreso la llamada y te busco más tarde”, no obstante, el legislador nunca regresaba la llamada.
Ahora le están aplicando la misma a Enrique Padilla cuando llama para buscar el apoyo le dicen, “estoy ocupado, permíteme te regreso la llamada más tarde”, lo que nunca hacen en revancha por la actitud del oriundo de Tizatlán.
En la anterior elección local, Padilla Sánchez llegó a la diputación local por menos de 100 votos sobre su más cercano contrincante, por lo que en estos comicios se antoja complicado que repita la hazaña, más si se considera que su trabajo en el Poder Legislativo ha sido mínimo.