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Ante el rechazo constante que ha tenido Arnulfo Arévalo Lara, quien fue designado por el gobernador como enlace con los diputados locales, éste en contubernio con el diputado federal Silvano Garay Ulloa y su hija la legisladora local plurinominal Irma Garay Loredo (dueños del PT en Tlaxcala), se acusaron del comportamiento de tres de sus legisladores locales con el dirigente nacional Alberto Anaya.
La intención del mandadero del Ejecutivo es que los tres diputados locales que fungen como verdaderos representantes populares, dejen de cuestionar a la administración priísta y finjan que no pasa nada en temas de prioridad como la educación y la salud, rubros en los que ha habido miles de denuncias por parte de la ciudadanía.
El desprecio al gobierno estatal por parte de los legisladores petistas se hizo más evidente cuando rechazaron el desayuno en Casa de Gobierno, bajo el argumento de que son Poderes diferentes y que debe haber respeto y no sumisión de uno hacía otro, hecho que molestó al dueño del dinero en Tlaxcala y mandó a su achichincle a ver la manera de que los diputados se pongan de rodillas.
Irma Garay sería la única que habría recibido un incentivo desde Palacio de Gobierno para obedecer las instrucciones por parte del Poder Ejecutivo, hecho por el que los otros tres diputados de la fracción parlamentaria decidieron removerla del cargo de coordinadora.
El desconocimiento que hizo Víctor Castro López, María Félix Pluma Flores y Michaelle Brito Vázquez a la dueña del PT en Tlaxcala, podría costarles la expulsión de este partido familiar, por lo que los tres legisladores podrían volverse independientes o incluso mudarse a la fracción de MORENA pero del lado de quienes no se han vendido a los intereses del gobierno estatal.