- Seguridad
En Tlaxcala no sólo aumenta el número de homicidios, sino que es cada vez más frecuente observar ejecuciones que tienen tintes violentos que son similares a los de las agrupaciones del crimen organizado, tal y como sucedió en los últimos días en los que se registraron asesinatos en diferentes partes del estado, lo que ha conmocionado a la población tlaxcalteca que se está acostumbrando a estos hechos como en su momento sucedió en otras entidades del país cuando inició la violencia que hasta el momento no se ha detenido.
Sólo el día de ayer se encontró a un masculino en bolsas de plástico en el municipio de Contla, mientras que en la comunidad de Acuitlapilco una mujer fue hallada también embolsada, al tiempo que en Españita descubrieron una osamenta en la que el cráneo tenía una perforación por arma de fuego y en Huamantla se pudo rescatar a una fémina que tenía quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo, por lo que se debate entre la vida y la muerte.
Un par de días antes, pobladores de la comunidad de San Felipe Hidalgo dieron aviso a las autoridades por la presencia de cuatro cuerpos enterrados en el bosque a un costado de la laguna de esta comunidad, presuntamente se trataba de personas dedicadas a la extracción ilegal de combustible, aunque de acuerdo con sus familiares eran agricultores.
Menos de un mes ha pasado desde que se encontraron a tres personas que fueron descuartizadas y les prendieron fuego en San Pablo del Monte en los límites entre Puebla y Tlaxcala, cerca de ahí también fue encontrada una pareja que también sería ultimada.
En el mes del amor y la amistad también degollaron a un joven en el municipio de Santa Cruz Tlaxcala y más tarde dos sujetos fueron asesinados con el tiro de gracia a un costado de la autopista Tlaxcala- Puebla a la altura del municipio de Zacatelco.
Ya en el último día de febrero, un comando armado asesino a plena luz del día a un joven de 30 años de edad que circulaba sobre la carretera Texoloc- Nativitas a la altura de Tenango, quien recibió al menos cuatro disparos por arma de fuego.
Mientras los homicidios continúan, es cada vez más frecuente el uso de violencia extrema al estilo de los grupos delictivos más organizados, situación en la que el gobierno estatal ha dejado ver su incompetencia y que existe un mayor interés en vigilar a sus contrincantes políticos que utilizar el aparato del estado para frenar la delincuencia que se está apoderado de la entidad.