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La brillante idea de que al asumir la curul en el Senado ya con dos representaciones en el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y con su ambición de suceder a Marco Mena Rodríguez, le alcanzaría para ser el gran orquestador para la sumisión de legisladores federales y locales con el inquilino de la Casa de Gobierno, podría no cuajarse para el añoso encargado del partido del presidente de la República.
Trascendió que para la reunión pactada entre Joel Molina Ramírez y el gobernador del estado, podría haber la ausencia de muchos de los invitados, principalmente en el ámbito local que es lo que preocupa al titular del Poder Ejecutivo, más aún si se considera que los diputados locales al ser un bloque opositor mayoritario, prácticamente no necesitan nada de Marco Mena y la muestra radica en las cuantiosas bolsas de recursos que habrán de aplicar en los municipios.
Tuvo que esperar a superar los problemas de salud que lo pusieron en riesgo y tener ya la embestidura como senador, además de ser el encargado de la dirigencia estatal del partido para que Molina Ramírez consolidara los acercamientos que ha tenido con el gobernador desde hace ya un tiempo.
La reunión se llevará a cabo en la Casa de Gobierno la tarde de este viernes y para encubrir el verdadero trasfondo de lo que pretende Molina Ramírez, se disfrazó de una reunión de trabajo en la que se abordarán diferentes temas que confieren al estado, sin embargo, la ahora disposición del gobernador no coincide con su resistencia a emitir una Alerta de Genero que les comprometa recursos que prefieren dispensarlos en algo que según las autoridades es más importante que la violencia contra la mujer.
Se espera que los primeros en ponerse al servicio del gobernador además de los dos senadores que impulsaron su propuesta en la Cámara Alta para que llegara un incondicional de Marco Mena al Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET), los primeros vasallos serán Víctor Báez, Rolando Pérez, Chema Méndez y Patricia Jaramillo.
A horas del conclave de Tongolele, ya son varios los que aseguran que no se prestarán al perverso juego del sirviente de José Antonio Álvarez Lima, ya que se presume que eso de la austeridad republicana no va con sus orígenes priístas y mucho menos cuando en el gobierno panista de Héctor Ortiz ganaba muy bien, por lo que habría tenido un importante ofrecimiento para realizar esta reunión.