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Aunque el presidente municipal de Tzompantepec, Arturo Rivera Mora habría instruido a su compañero de parrandas y en ese momento director de Seguridad Pública del municipio, César Hernández Guzmán de que hiciera ver su despido como una renuncia voluntaria, la posición del exjefe de la policía ya había sido discutida en Cabildo y se determinó que se fuera por incompetente y por utilizar su puesto para “echar balazos” en el municipio de Lázaro Cárdenas mientras se encontraba presuntamente en estado de ebriedad.
El edil se encontraba en desacato con la Ley al mantener a su director de Seguridad Pública y a pesar de que se había determinado un resolutivo que implicaba darlo de baja, lo había mantenido por supuestos acuerdos oscuros que mantendrían al jefe policíaco dentro de la nómina municipal pero sobre todo con acceso a los negocios que deja esta posición.
Al no haber otra salida y siendo presionado por el Cabildo del cual se estaba burlando, Rivera Mora tuvo que disfrazar la salida de su compadre bajo el argumento de que el uniformado se iría a preparar más a los Estados Unidos de América, lo cual resulta una versión poco creíble por parte del alcalde mejor conocido como “Lord nepotismo”.
La versión del bohemio exjefe policíaco es que gracias a él se logró reducir entre un 50 y un 80 por ciento las denuncias de delitos como el abigeato y robo de vehículos, mientras que se pudo desmantelar a tres bandas dedicadas al narcomenudeo.
Los pobladores aplaudieron al Cabildo por haber tomado tal decisión y están a la espera de que corran a toda la parentela que tiene Lord nepotismo incrustada en la nómina municipal, ya que de mantenerse la situación que se vive hasta el momento, podrían incluso tomarle la presidencia municipal como medida de presión para que deje de ser tan descarado y transa.