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  • Pedro Sierra
La presidenta de la Comisión de Finanzas y Fiscalización del Congreso local se puso de tapete con el Ejecutivo para servir como una mera mesa de trámite

La presidenta de la Comisión de Finanzas y Fiscalización del Congreso del Estado, María del Rayo Netzahuatl Illhuicatzi se atrevió a servir como una simple mandadera del gobernador Marco Mena Rodríguez y traicionar el lema acuñado por quien gracias a su efecto ahora cobra un oneroso salario, concretando a manera de trámite una decisión tomada desde el Poder Ejecutivo y avalada por el Legislativo bajo sospechosos acuerdos con la María de Apetatitlán.

Es así que María Netzahuatl sin mayor vergüenza y dando la espalda al lema de “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, hizo completamente lo contrario y sostuvo ante sus compañeros de la Comisión de Finanzas y Fiscalización que se debía avalar la repartición entre los municipios del ajuste trimestral, ya que éste sin haber pasado por el Congreso ya había sido entregado por el Ejecutivo a los Ayuntamientos y sólo faltaba la firma.

Fue de esta manera que la diputada local reconoció que está al servicio de Marco Mena y se portó aún más descarada que los priístas al no tener mayor empacho en decir que los recursos estaban entregados y que nunca se consultó al Poder Legislativo, omisión que le podría costar incluso alguna sanción para la ingenua o ambiciosa legisladora que ocupa una curul sin haber realizado campaña y sólo gracias al efecto AMLO.

De esta forma, la moderna gobernanza puede dilapidar los recursos sin la autorización del Congreso del Estado y sólo untándole manteca en los bigotes a la corrupta presidenta de una de las comisiones más importantes en el Poder Legislativo, hecho que pone en evidencia que la Cuarta Transformación quedó muy lejos de quienes fueron los más beneficiados por la histórica votación de Andrés Manuel López Obrador.

Será el día de hoy que la María intente subir a pleno la evidencia de su corrupta forma de actuar sin que se hayan respetado los trámites legales que deben conducirse en un estado democrático con equilibrio de Poderes, en pocas palabras lo hecho por la sanpablense fue avalar lo dispuesto con antelación por el Ejecutivo, burlando, despreciando y minimizando al Poder Legislativo puesto que no tendría razón de ser si todo lo decide el muchacho que impuso Mariano González Zarur en su lugar.

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