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La caída de Víctor Báez López como presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política (JCCP) del Congreso del Estado y los errores cometidos por David Rodríguez Silva, pone en duda su permanencia de éste último al frente de la dirección de Comunicación Social pese al respaldo de una banda de comunicadores que ha manejado canonjías en al menos las últimas seis legislaturas y los acuerdos mediante los cuales lo pudo imponer la "coordinadora" del Partido del Trabajo (PT) en el Poder Legislativo, Irma Garay Loredo.
El inepto, soberbio y negligente David Rodríguez debe poner sus barbas a remojar y volver a rentar sus juegos inflables ante lo que parece una inminente salida por la puerta trasera, luego de haberse burlado de los diputados locales y de los mismos tlaxcaltecas al haber cortado la transmisión en vivo cuando sus jefes los legisladores determinaron mover al jefe del grupo político que lo sentó en la silla de vocero pese a su arrogancia y a qué no cumple con los requisitos.
Tendría que ser él mismo quien pida su renuncia por violentar la Ley Orgánica del Poder Legislativo antes de que se le finque una responsabilidad de carácter penal por estar violentando los reglamentos y ostentar un cargo para el que carece de la documentación necesaria que marca la ley.
La caída de Víctor Báez y Melesio Domínguez deja a David Rodríguez como el único beneficiario de esa negociación que acordaron Irma Garay y el expresidente de la JCCP, por lo que no tarda en qué los diputados unidos contra la soberbia que representó el zacatelquense y sus acuerdos, pidan la cabeza del payaso Rodríguez.
El mismo vocero dió la pauta a los legisladores para que pueda ser destituido y tendrían que exigir su renuncia luego de que detuviera una transmisión oficial, solo por conveniencia propia.
La nueva realidad legislativa no permitirá más personajes endebles como David Rodríguez, surgidos de negociaciones con grupos mafiosos de los que ahora sí habla bien por haberle dado su chamba y así dejar el negocio de los inflables por los negocios al amparo de una dirección construida al margen de la ley .z