- Salud
Mientras el titular de la Secretaría de Salud (SESA), Alberto Jonguitud Falcón lleva una vida de millonario con el dinero para viáticos que se le otorga al hidalguense, en el Hospital General de Tlaxcala (HGT), regresó la epidemia entre los enfermos renales por la falta de mantenimiento de las máquinas que se utilizan para la hemodiálisis debido a la carencia de presupuesto.
Con la dirección del hospital acefala, sin un rumbo y sin dinero para hacer frente a las principales necesidades, labora este nosocomio que se encuentra en el abandono y con serios problemas para atender la demanda de quienes acuden a este lugar para ser atendidos.
La falta de presupuesto ha hecho que las máquinas de hemodiálisis no sean lavadas con los solventes que de requieren para evitar la contaminación y poner en riesgo a los enfermos renales que ahora nuevamente se están contagiando por esta falta de aseo derivada de que no hay los recursos materiales para llevar a cabo este proceso.
La ausencia de medicamentos es común y a pesar de que se destina una partida importante para la adquisición de las medicinas, el sobreprecio en el que estarían incurriendo quiénes adquieren los medicamentos fomentaría el desabasto que se sufre en prácticamente todos los hospitales de la entidad.