- Seguridad
No pasaron ni cinco días de que iniciara operaciones la Guardia Nacional construida por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que asestaron el primer golpe al crimen organizado, en este caso a una banda de tratantes de personas que tenía como su centro de operaciones el municipio de Acuamanala en la zona sur de la entidad, lo que fue una noticia a nivel nacional e internacional, dejando así en ridículo a las autoridades locales que se han empeñado en minimizar este fenómeno que ocurre en el estado.
La sigilosa maniobra fue operada totalmente en el ámbito federal y para que supuestamente no hubiera cualquier tipo de filtración hacía la banda de tratantes de personas que fue desarticulada, no se habría dado participación al gobierno del estado y fue de esta manera en que repentinamente arribaron decenas de elementos de la GN para la detención de dos hombres y siete mujeres que se dedicaban a este delito.
Fue alrededor de las 15:00 horas de este viernes que los habitantes de la comunidad de Olextla de Juárez comenzaron a notar la llegada de elementos de la GN, noticia que se regó rápidamente entre el pueblo con poco más de un millar de habitantes que pertenece al municipio de Acuamanala y uno de los lugares más conocidos por la presencia de personas dedicadas a la explotación sexual de mujeres.
Al visualizar el arrbibo de la GN, los pobladores sabían que algo “grueso” estaba sucediendo y fue hasta la llegada a una de las casas de la familia conocida como los “Xilot” que se imaginaron que se trataba de un operativo como nunca se había visto en esta comunidad y que los supuestos “padrotes” se encontraban en serios aprietos.
La detención de cinco mujeres y dos hombres fue debido a la existencia de órdenes de cateo y aprehensión, luego de que se rastrearan cuentes bancarias en las que eran depositados recursos que provenían de la explotación sexual de mujeres, lo que llevó a que los miembros de una familia fueran detenidos por la manera en la que operaban.
Las acciones que implementó el gobierno federal para la detención de esta banda de delincuentes permitieron que siete inmigrantes de nacionalidad hondureña fueran rescatadas tras el cateo que se llevó a cabo de forma simultánea en nueve inmuebles en esta comunidad de la zona sur de la entidad.
De esta manera, el gobierno federal mostró a la administración de Marco Mena Rodríguez que sí existe el problema relacionado con la trata de personas en la zona sur del estado y que la Alerta de Genero que han pedido en diversas ocasiones diferentes asociaciones civiles coinciden con los datos de la federación que muestran que si hay bandas dedicadas a este ilícito y que han sido minimizadas por el actual y los anteriores gobiernos locales.
De acuerdo con diferentes asociaciones que se han centrado en el problema de la trata de personas, hace ya casi una década se tenía estimada la presencia de mil “padrotes” sólo en el municipio de Tenancingo, lo que es una situación que en Tlaxcala casi todos conocen pero que se ha vuelto algo cotidiano ante la complacencia de las autoridades.
Mientras el problema se extiende cada vez más en la región sur de la entidad y se vuelve una opción interesante para los miles de tlaxcaltecas que no tienen empleo y otros que viven en la informalidad, el gobierno del estado se niega a implemtar siquiera la Alerta de Género, hecho que lo estaría haciendo coparticipe de lo que sucede en varios municipios y que afecta a miles de familias.
Es tan grave el asunto que las mismas asociaciones tienen la sospecha de que las mujeres jóvenes que se desaparecen no sólo en Tlaxcala, sino en otros lugares preferidos por los “padrotes” como Puebla, Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco, entre otros estados; pueden estar siendo “robadas” por bandas dedicadas a la trata de personas.