- Educación
Mientras el secretario poeta, Manuel Camacho Higareda presume contadas becas a estudiantes en las que se destinaron mínimos recursos por parte del gobierno local, ha sido cómplice del silencio que existe en el cochinero en que se ha transformado el Instituto Tlaxcalteca de la Infraestructura Física Educativa (Itife) a cargo de Anahí Gutiérrez Hernández, el cual arrastra cientos de observaciones por parte del Órgano de Fiscalización Superior (OFS) y se presume que se han dilapidado cientos de millones de pesos con los que se podrían otorgar más apoyos por parte de la moderna gobernanza.
Las irregularidades del Itife son exorbitantes y tan sólo en los últimos tres ejercicios ya hay mil 163 observaciones que no han sido solventadas por parte de esta institución en lo que corresponde al OFS, además de los 27 recursos de la Auditoría Superior de la Federación, de los cuales ninguno ha sido atendido y más bien han sido solapadas todas estas anomalías.
Donde se han mostrado más que benevolentes y hasta solapadores con el Itife es en la Contraloría del Ejecutivo que maneja María Maricela Escobar Sánchez, pues de las 956 observaciones que ha generado esa dependencia y que corresponden a los años 2016, 2017 y 2018 un total de 801 ya fueron solventadas y sólo están pendientes 155.
Aunque se desconoce el total del seguro daño patrimonial en contra de las arcas tlaxcaltecas, fácilmente se rebasarían los 100 millones de pesos si se considera que la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE) es la dependencia que más recursos recibe para su operación.
De haber una investigación y la aplicación de la ley como sucede a nivel federal como en el caso de la “estafa maestra”, Anahí Gutiérrez, Manuel Camacho y hasta el mismo gobernador tendrían que responder por las anomalías en el Itife.
Y es que para todos es sabido que en el tema de los corruptos, el Itife es una mina de oro en el que a los constructores llegan a solicitarles hasta el 25 por ciento del monto total de la obra a realizar para la dependencia educativa.
Esta corrupción ha derivado en obras de mala calidad que sólo sirven para justificar el saqueo que permite a funcionarios como Anahí Gutiérrez llevar una vida de lujos cuando antes de tener esta posición sufría de penurias económicas.
Es tan grande el botín que a pesar de las serias irregularidades que incluso ha detectado la ASF, no ha habido consecuencia debido a que se presume que ha habido dinero repartido para que todos se hagan de la vista gorda.
Mientras tanto, algunos diputados locales andan comprándose problemas por pequeñas Cuentas Públicas de los municipios y no se han percatado de lo que sucede en el Itife, por lo que en congruencia con la nueva realidad que vive el país tendrían que llamar a comparecencia a Anahí Gutiérrez y abrir una investigación al respecto.