- Política
El rumor sobre la inminente salida de José Antonio Álvarez Lima del Canal 11 y su regreso al Senado de la República, dejaría en una posición muy incomoda a su suplente, Joel Molina Ramírez quien se encontraría desesperado por conseguir la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) para tener vigencia y oportunidad de disputar la candidatura a la gubernatura en el proceso electoral local de 2021.
Mientras en su momento tuvo la dirigencia estatal de MORENA con sus respectivas prerrogativas y una curul en la Cámara Alta, todo indica que luego de renunciar al Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del partido y ante el regreso de Álvarez Lima, se le ha complicado la situación política al expriísta que pretende suceder a Marco Mena Rodríguez o al menos negociar algo para 2021 y seguir viviendo de la ubre gubernamental como lo ha hecho por lo menos en las últimas tres décadas.
Ante este panorama desolador que se podría concretar en unos cuantos meses, Molina Ramírez ha tirado toda la carne al asador para hacerse de la mayoría de los consejeros que surgirán de las asambleas distritales y así lo elijan como dirigente estatal de MORENA, aun cuando ya ocupó ese cargo por dos ocasiones en las que sólo llegó por el “dedazo” que tanto acostumbró en el tricolor.
Al tiempo que se dedica a supuestamente prometer candidaturas en los distritos y municipios, también realiza labor proselitista para él y suelta rumores en torno a que la candidatura al gobierno del estado de MORENA recaerá en un militante e incluso que también se aplicaría la cuestión de género, argumentando que toca a un hombre ser el abanderado para 2021.
Militantes del partido, además denunciaron que Molina Ramírez estaría utilizando el dinero de MORENA para hacer proselitismo en su favor y que no ha habido una rendición de cuentas sobre las prerrogativas que recibe por parte del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) que para 2019 fueron casi 18 millones de pesos, lo que equivale a 1.5 millones de pesos mensuales.
Y es que mientras el senador suplente, apela a la austeridad para evitar repartir las prerrogativas del partido, no se conoce como se ha aplicado el dinero público entregado a MORENA y que ha manejado Joel Molina.
Cuestionamientos sobre estos manejos y exhibir que ganaba más que el presidente de la República, fue para Molina Ramírez una guerra sucia, ya que fiel al más arcaico estilo del tricolor, los políticos de antaño no están acostumbrados a que sean señalados.