- Comic
Con la pena, dijo muy fifí la parca
y su marca la plasmó en el Salón Rojo,
¿Marco Mena?, preguntó aquella calaca,
no se encuentra, usté disculpe, anda de flojo…
Mas la muerte sospechó que siendo octubre
estaría el gobernador en el recinto
de la Feria de Tlaxcala… fue su instinto
le atinó, allá encontró al hoy extinto…
¿Doctor Mena?, muy solícita gritó
¿me pudiera conceder este favor?
¡Ay caray, si eres la muerte!...
lueguecito reaccionó el gobernador.
Solicito dijo aquella, un permiso
para que pueda chambear mi constructor
son mis planes que acaricio tanto, tanto
a todo Tlaxcala hacer un campo santo,
con sus puentes, sus jardines, sus encantos…
Hizo así la autoridad, con mucho oficio
mándenme a traer a Fabricio,
que un convenio lo trabaje, sin un vicio
sin errores, que sea de él un buen servicio…
Ya sabrán vuestras mercedes qué ocurrió:
a la flaca la enredaron con oficios;
faltan sellos, faltan firmas. En el quicio
de la entrada a la oficina, reventó
con coraje, la catrina, esto dictó:
“Aquí yacen los recuerdos de los Mena,
si el mañoso siempre fue el operador,
si las bromas las gastaba de a millón
Marco Mena moriría por un octubre
muy risueño y siendo el C. Gobernador…
