- Política
Fieles a las practicas que enterraron al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que lo llevaron a casi perder el registro como instituto político, los priístas nuevamente se preparan para el acarreo masivo que les permita mostrar una fuerza política que perdieron ante los abusos en los que incurrieron y el avasallamiento del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) que llevó al poder al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Para este 12 de enero la cuota para los alcaldes emanados del tricolor es de entre 200 y 500 acarreados debidamente equipados con su respectiva torta y el tradicional frutsi tan socorrido por los priístas, por lo que algunos ediles ya se han quejado por la imposición de que a tres años en el poder puedan juntar esa cantidad de personas.
Tal es el supuesto caso de la alcaldesa capitalina Anabell Ávalos Zempoalteca, quién de acuerdo con sus colaboradores cercanos, al escuchar que le tocaban 500 acarreados, se puso nerviosa y evadió la invitación para colaborar con ese número de asistentes, no sin antes mencionar que tendría que echar mano de todos los miembros del Cabildo y de los directores y jefes de área del Ayuntamiento.
Es así que Noé Rodríguez quiere coronarse como el nuevo líder estatal del tricolor y que los tlaxcaltecas olviden las tres derrotas al hilo que acumula en las últimas tres elecciones en las que participó, pensando así en ser el que nuevamente reciba el “dedazo” pero ahora para ser el candidato tricolor al gobierno del estado.
Como ya es tradición, se eligió a Rodríguez Roldán luego de que se presentara una sola planilla “la de unidad”, acto clásico en el priísmo para emular una elección democrática que termina siendo elegida por quien tiene el poder en este expartidazo.