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  • Pedro Sierra
Al no estar participando Bertha Luján por la dirigencia nacional de MORENA, Joel Molina y Ana Lilia Rivera pierden fuerza en el partido de AMLO

A menos de nueve meses para las elecciones federales y locales de 2021, con las encuestas en las que no han logrado repuntar y ahora sin la posibilidad de seguir manejando el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) a su antojo, los senadores Ana Lilia Rivera Rivera y Joel Molina Ramírez enfrentan una difícil situación por la ausencia de su jefa política, Ana Bertha Luján Uranga de toda posibilidad de dirigir el destino del partido que los colocó, gracias a la fuerza política de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en un escaño en el Senado de la República.

El grupo lujanista representado en Tlaxcala por ambos senadores, pedían en primer instancia que la renovación de la dirigencia nacional y estatal, se llevará a cabo por consejeros, los cuales serían elegidos por un padrón rasurado a modo desde el Consejo Nacional manejado por Ana Bertha Luján.

La clara exclusión de morenistas no afines a los lujanistas, detonó un encontronazo el 20 de octubre de 2019, reventando dos de las tres asambleas que se pretendían realizar en la entidad.

Tras meses de lucha jurídica, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), mandató que fuera a través de una encuesta abierta como se eligiera a quien lleve las riendas del partido y enfrente las elecciones en 15 entidades federativas para el próximo año.

La determinación del TEPJF, dejó sin oportunidad a los lujanistas que pretendían que sólo fueran los afiliados quienes fueran encuestados, por lo que se avizora el triunfo de Mario Delgado Carrillo para la dirigencia nacional, luego de salir en el primer lugar de preferencias en todas las encuestas que han sido aplicadas.

La llegada de Mario Delgado es signo de la apertura para que MORENA, sea un partido enfocado más hacia la ciudadanía y no a un sectarismo que no fue bien recibido por los votantes en las elecciones federales de 2006 y 2012.

El inminente triunfo de Mario Delgado, pondría fin a la cerrazón que existe en Tlaxcala por parte de quienes sin ser electos manejan todavía MORENA y han hecho uso de los 1.7 millones de pesos que otorga el erario público a la dirigencia estatal.

De consolidarse lo que parece un hecho, MORENA podría convertirse en Tlaxcala un partido más abierto y dinámico que tendría como posible dirigente al diputado federal, Rubén Terán Águila.

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