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Después de meses de reuniones finalmente lograron coincidir en la repartición del botín los integrantes del Bloque Opositor Amplio (BOA), integrado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido Alianza Ciudadana (PAC) y el Partido Socialista (PS), todos ellos con un solo objetivo, impedir ser arrasados por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en los próximos comicios electorales.
Es así que el tricolor avasalló a sus exadversarios al poner sobre la mesa que son gobierno local y en consecuencia tienen millones de pesos para invertir como ocurrió en la fraudulenta campaña de 2016, por lo que el PRI será el que elija quien encabezará los esfuerzos para frenar a la inminente candidata de MORENA, Lorena Cuéllar Cisneros.
En las diputaciones federales el hueso se repartió así, el primer distrito es para el PAN y estaría encabezado por el alcalde de la capital del crimen, Julio César Hernández Mejía; el segundo distrito es para el PRI y podría ser el premio de consolación para alguno de los que queden fuera de la jugada; en el tercer distrito será el PRD quien ponga candidato y suena el hijo del fallecido Alberto Amaro Corona.
Como filibusteros de segunda clase al PAN, PRD, PAC y PS les corresponden los distritos locales de la siguiente manera, los panistas llevarán mano en el distrito de Yauhquemehcan, Apizaco, Tlaxco, Chiautempan, Calpulalpan y Huamantla, donde suenan apellidos como Villareal, Palestina, Rivera, Temoltzin, Hernández Roldán, entre otros.
Al casi desaparecido PRD le corresponde poner cuatro “gallos”, igual que al PAC que le dieron cuatro espacios, mientras que al PS de Rosalía Peredo sólo le dejaron poner candidato en uno de los 15 distritos.
En los municipios al parecer no habrá alianzas, salvo en algunos que tienen más población y existe mayor posibilidad de triunfo como en el caso de Apizaco y Tlaxco, donde el PAN va puntero en las encuestas y podrían ganar.
De esta manera corresponde al PRI elegir entre la mejor posicionada que es Anabell Ávalos Zempoalteca, la carta fuerte del gobernador que es Florentino Domínguez Ordoñez, sujeto por el que está operando personalmente el “hermano incómodo”, Fabricio Mena; el tercero en discordia es el siempre perdedor, Noé Rodríguez Roldán quien no gana una sola elección de las ultimas disputadas, sin embargo, tiene la estructura tricolor para imponerse.
Será difícil que pase Anabell Ávalos ante la marcada preferencia de los Mena Rodríguez por el expanista Florentino Domínguez, ya que incluso ha dado muestra de utilizar los recursos públicos para posicionar su imagen.
Otro damnificado es el exdiputado local Juan Sánchez García, que además de quedarse con las ganas de ser candidato a gobernador por el PAN, no le tocaría otra posición para disputar, esto luego de que el constructor traicionara al Movimiento Ciudadano (MC) quien ya le había otorgado la ansiada candidatura que busca.
Esta coalición se conforma como consecuencia al miedo de ser arrasados por MORENA y su inminente candidata, alianza a la que seguramente se sumarán los grupos que no logren la nominación por el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El BOA en Tlaxcala es concebido más como un grupo opositor a la llegada de Lorena Cuéllar y no tanto de MORENA, ya que a ella también se suman exgobernadores que dicen ser morenistas pero que no quieren que llegue la aun funcionaria federal a la silla grande de Tlaxcala.