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  • Pedro Sierra
Mientras la candidata priísta apostó por arriesgar a los tlaxcaltecas a un contagio de COVID-19, la abanderada morenista optó por cuidar que no hubiera un evento con aglutinaciones

La diferencia en la toma de protesta de Lorena Cuéllar Cisneros y Anabell Ávalos Zempoalteca, fue tan abismal como la abrumadora ventaja que lleva en las encuestas la morenista sobre la priísta, aun cuando la segunda trató de mostrar músculo político con acarreados el pasado domingo y terminó vapuleada por la gente que se indignó por un evento en el que se olvidó el distanciamiento social y otras medidas para prevenir el contagio de COVID-19.

Hoy la abanderada de la coalición Juntos Haremos Historia por Tlaxcala que encabeza el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), dio muestra de sensibilidad política al evitar aglutinamientos y conglomeraciones de simpatizantes debido al peligro que representan eventos masivos por el contagio de COVID-19.

En un evento sobrio y sin tratar de mostrar un poder político mediante concentraciones masivas riesgosas para uno de los estados que peor han manejado la pandemia, Lorena Cuéllar dio catedra del manejo político que tiene y que la ha llevado a que en todas las encuestas tenga una ventaja de alrededor de 25 puntos porcentuales.

Lorena Cuéllar marcó la diferencia con Anabell Ávalos al no pedir a sus seguidores su presencia en el lugar donde se llevó a cabo el mitin con la intención de no poner en riesgo a quienes acudieran y así no se fomentara la esperada tercera ola de contagios del Coronavirus que en Tlaxcala, ha arrebatado la vida a más de 2 mil 200 personas de manera oficial.

Fue tal el cuidado que tuvo la candidata de MORENA que, incluso se dio a conocer que el evento se llevaría a cabo en las oficinas que albergan al partido y más tarde se supo que realmente se realizaría en un conocido salón de la capital tlaxcalteca, evitando así que hubiera aglomeraciones que propiciaran los contagios del virus letal.

Esta situación exhibió que mientras una cuidó a sus seguidores y simpatizantes, la otra candidata tomó la decisión de que obligaran a personal del gobierno estatal y a sus familias, así como a los alumnos de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) a llevarlos como acarreados con el riesgo de contagiarse de COVID-19.

Anabell Ávalos jugó al filo de la navaja debido a que va muy debajo en un triunfo irreversible para Lorena Cuéllar, situación que no le salió al congregar a cientos de acarreados, ya que la misma gente le cobró la factura con críticas y se espera que sea aun peor en las urnas a la desgarbada política apoyada por Mariano González Zarur.

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