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Bajo el lema que, “no buscan ¿quién se las hizo?, sino ¿quién se las pague?”, altos mando del gobierno moribundo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), realizan una “cacaería de brujas”, luego de que en las redes sociales se subieran imágenes con oficinas y hospitales vacíos, debido a que los trabajadores de estos lugares fueron obligados a acudir el pasado martes al cierre de campaña de la candidata oficialista, Anabell Ávalos Zempoalteca.
A las autoridades priístas, les importó más el saber quienes fueron los que evidenciaron el brutal acarreo de personal de gobierno, que el haber dejado sin personal a nosocomios para evitar quedar en ridículo en la culminación de la campaña de la candidata manejada por el exgobernador, Mariano González Zarur.
Trascendió que iniciaron una investigación, ya que fue contundente la exhibida que les pusieron a los mandos priístas que dejaron sin personal a las dependencias para irse a hacer proselitismo en favor de Anabell Ávalos, lo que causó molestia, pero sobre todo preocupación, ya que esto generaría una nueva denuncia ante la FEPADE contra el gobernador, Marco Mena Rodríguez.
Esta movilización de burócratas y personal de la Secretaría de Salud (SESA), constituiría un evidente uso de recursos públicos en favor de la aspirante oficialista, por lo que las consecuencias jurídicas podrían alcanzar a varios mandos medios y altos, incluso a la lideresa sindical, Blanca Águila Lima y al propio Ejecutivo.
Cabe mencionar que tanto Blanca Águila como Marco Mena, ya son investigados por presuntamente haber incurrido en delitos electorales, por lo que en los próximos días podría haber una sorpresa.