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Tuvieron que pasar más de 10 años para que la eterna dirigente de la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa), Blanca Águila Lima dejara el letargo de empacharse con millones de pesos de la cuotas sindicales para darse cuenta que existen deficiencias en la Secretaría de Salud (SESA) que no precisamente vienen de escasos 10 días del nuevo gobierno emanado del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) encabezado por la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros.
Mientras los especialistas a nivel nacional, exhibieron que el tratamiento TRN4 adoptado por la administración priísta de Marco Mena Rodríguez no era efectiva y dejaron entrever que todo se trataba de un negocio para comprar los medicamentos a sobre precio, Blanca Águila no se pronunció al respecto.
Tampoco se pronunció sobre la cancelación de las brigadas cuídate para la aplicación de pruebas de Covid-19 a los sospechosos de tener este virus, y mucho menos dijo algo en el momento de que se otorgaron las plazas federales, regularizadas, formalizadas y homologadas del personal que perdió la vida en esta batalla contra la pandemia.
Aunque la exalcaldesa de Zacatelco, también criticó la falta de pruebas para los casos sospechosos, tampoco comentó que la administración priísta dejó sin recursos al nuevo gobierno y que ahora se enfrentan con una escasez de medicamentos y presupuesto.